lunes, 4 de octubre de 2010

Hole in my soul

Si había algo que no estaba preparada para saber, era lo que supe en ese momento.
Hacía un tiempo que me estaba cansando de las idas y venidas de Facundo. Enzo no hacía mas que confundirme. Y el resto de los hombres eran tan pasajeros que ni valía la pena tenerlos en cuenta.
Simplemente me sentía sola, poco deseada. Empezaban a surgir todos los complejos femeninos existentes, y sobre todo, me empezaba a carcomer la voz interior que me jugaba una mala pasada. ¿Algún día encontraría el momento y la persona para perder mi virginidad?. Siempre estuve convencida de que sí, que no debía forzar la situación. Sin embargo, por momentos tenía miedos. Y era en esos momentos, en los que estaba a punto de flaquear y caer en la tentación.
Sobre todo con personas como Orlando. Él sabía persuadir como nadie. Él tenía las armas. Él era un seductor nato. Y lo sabía.
Entonces, hablando con Marianela al día siguiente de mi última odisea, le confesé que estaba insegura de lo que había hecho. ¿Y si hubiera aprovechado la oportunidad? ¿Y si era esa una buena manera de sacarme el peso de encima, logrando exorcizarme de Facundo?.
Pero había algo que yo no sabía. Un motivo que de una extraña manera, se había presentado en mi el día anterior en forma de miedo y me había ayudado a no caer. Un motivo desconocido hasta que mi mejor amiga se dignó a hablar.
- No sé como decírtelo, Diosa.
- Me das miedo. Hablá ya, Mari.
- Prometeme que no te vas a enojar.
- ¿Podés hablar de una vez?
- Bueno, ¿viste el sábado pasado que vos no saliste para estudiar para Campo y yo fui a Crow's?
- Si.
- Bueno, ese día también fue Orlando.
- Si, me dijiste...¿Y?
- Nada...estuvimos hablando. Y Diosa te juro que no me pude contener!
- ¿De qué hablás Marianela?
- Me besó.
- ¡¿Qué?!
- Si, eso. Yo no quería decirtelo porque...
- No pará, pará, pará. ¿¿Estuviste con Orlando y no me contaste??
- Es que no sabía como decírtelo porque sabía que te ibas a enojar y...
- Y nada! ¡Me lo ocultaste! No te das una idea lo mal que me hace esto, Marianela.
Corté el teléfono y ni siquiera quise hablar con Yanina cuando me llamó. Ella tampoco sabía nada y estaba tan sorprendida como yo.
¿Era acaso posible sentir una desilusión tan grande en el pecho como la sentía en ese momento? Tenía ganas de llorar, de gritar, de romper algo. Pero solo puse música triste bien alta y me fui a dormir temprano.
Al día siguiente, se abría la inscripción para el segundo cuatrimestre en la facultad y nos levantamos temprano para evitar las colas que suelen hacerse. Me encontré con Marianela en el colectivo y estuvimos la mitad del viaje completamente en silencio.
- ¿No me pensás decir nada? - me dijo por fin.
- ¿Qué querés que te diga? - contesté sin cambiar mi expresión. No podía mirarla, no podía hablarle, tenía mucha impotencia.
- No sé, aunque sea gritame, pero decime algo.
- Estoy muy dolida, no te das una idea como me duele todo esto. ¿A vos te parece ocultarme algo así?
- Es que si te lo contaba te ibas a enojar. - se excusó.
- ¿Y acaso enterándome una semana después no me iba a enojar peor? ¿No se te ocurrió eso?
- Pasa que en el momento no supe como decírtelo, no me animé. Y después fue peor.
- Eso es porque sabías que estaba mal lo que hiciste, sino no hubieras tenido problema en venir a decírmelo.
- Yo no pienso que está mal lo que hice.
- ¿Me estás cargando? - le dije no pudiendo creer lo que oía. - ¡Con mas razón! Si para vos estaba genial, me lo hubieras dicho!
- No podía!! No me niegues que te ibas a enojar como cuando te enojaste por lo de Gabriel!
- No me enojé por Gabriel, no me enojo por Orlando...me enojo con vos! Por las cosas que hacés...porque me ocultaste algo que merecía saber.
- Lo que pasa es que vos te creés que todos los hombres que te gustan son tuyos y nadie los puede tocar.
Tragué saliva y me mordí los labios para no decir palabras que no debía. Lo que acababa de escuchar era demasiado para mi. ¿Estaba hablando con una desconocida? No, era mi mejor amiga. 
- Mirá Marianela, si yo me creo dueña de los hombres, en todo caso es problema mio. Si yo me enojo por eso, la boluda seré yo. Pero acá hay otra cosa en juego. Vos me ocultaste una verdad que como amiga, tenías el deber de decirme. ¿Acaso no te das cuenta lo difícil que se me hace poder abrirme a una persona? Me escuchaste angustiarme miles de veces por eso, lo sabés perfectamente. Y también sabías que estaba dispuesta a hacerlo con Orlando. De hecho, sin saber lo que había pasado entre ustedes, estuve a punto de tener relaciones con él. De tener mi primera vez con un pibe que le da igual si soy yo, vos, Yani o la vecina de la esquina. Y vos lo sabías y no fuiste capaz de alertarme. Disculpame si te ofende lo que te digo, pero eso no se hace.
- No sabía que ibas a llegar tan lejos.
- Cuando el sábado te dije que me iba con él que pensabas? ¿Qué íbamos a mirar la tele?
- Ya te dije, tampoco es que me besé a Facundo! Es Orlando. Las tres estábamos muertas con él cuando lo conocimos.
- Por empezar que yo lo conocí mucho antes que ustedes, pero eso no importa. Desde el día que él vino a mi casa y pasó lo que pasó, supuse que ustedes se abrían como pasa siempre. Pero fuera de todo eso, que son boludeces, vos en vez de abrirme los ojos me alentabas para que lo busque! Cuando me dijo que se peleó con la novia me viniste a decir que aprovechara!!! ¿¿Qué aprovechara qué?? ¿Por qué no me avisaste que a él le daba igual?
- Por que sabía que te ibas a poner así, que te ibas a enojar. Porque ya te dije, los que te gustan a vos son intocables...
- Está bien, tratame de egoísta, ya está. No me quiero pelear con vos, pero quiero que sepas que me duele mucho todo esto.
Llegamos a la facultad y bajamos del colectivo. Nos anotamos en silencio, y gracias a Dios llegó Yanina para cortar el aire espeso del ambiente.
Para completar el cartón del bingo, a la nochecita me habló Orlando por msn.

Orlando dice:
Hola Diosa, cómo va?
LaDiosa dice:
Hola, todo bien
Orlando dice:
te quería pedir disculpas por lo de Mari, si te enojó
LaDiosa dice:
nah, vos no me tenés que pedir disculpas de nada. Cada uno hace lo que quiere, no?
Orlando dice:
si, que se yo. Te decía nomás porque no quería que haya caras de orto en la facu, un bajón
LaDiosa dice:
sería muy pelotuda si hago una cosa así. Después de todo nadie tiene que darle explicaciones a nadie. Pero me hubiera gustado saberlo, no te lo voy a negar.
Orlando dice:
obvio. Pero yo no era el indicado para decírtelo
LaDiosa dice:
seguro, por eso no tengo motivos para enojarme con vos...creo.

Pero quizás si tenía un motivo para enojarme. ¿O para agradecerle?. Me había ayudado a descubrir quién era realmente Marianela. Yo confiaba ciegamente en ella, era capaz de poner las manos en el fuego por su amistad y su confianza. Y me había traicionado. La mentira y la traición ahora rondaban el ambiente. ¿Cómo volver a confiar en ella?. ¿Cómo volver a mirarla a los ojos?. Pasó una semana, y yo no podía hablarle normalmente. Por su parte, era como si nada hubiera pasado y a mi se me clavaban puñales en el pecho cada vez que recordaba lo que había pasado.
- Yo no puedo tomar partido por algo que no me afecta. - me dijo Yanina. - Pero fue muy boluda con lo que hizo. Se equivocó feo. Pero no creo que lo haya hecho de mala, sabés que Mari es así de boluda a veces.
Y todas esas veces la entendía. Pero no está vez, no con nuestra amistad. Quebró una regla sagrada, y yo sabía que iba a ser casi imposible de repararlo.
Pasaron los días y decidimos salir de nuevo las tres, "borrón y cuanta nueva" me dijo Yani. Yo no paraba de estar a la defensiva. Todavía tenía la desilusión a flor de piel. Estaba cansada de llevarme sorpresas, de que nunca lo que brillara fuera oro.
No solo había perdido la amistad mas pura y sincera que tenía, sino las ilusiones que me había hecho con Orlando, se las había llevado la primer brisa que pasó. ¿Y ahora? ¿A qué debía aferrarme? ¿Acaso debía empezar de cero? ¿Cuánto tiempo me llevería recuperarme como mujer, como amiga?
Pero cuando pensaba que ya nada me quedaba, él se encargó de recordarme que siempre iba a estar ahí. Involuntariamente, siempre me salvaba. Porque aunque nunca se lo propusiera, tenía ese don de llegar justo en los momentos mas críticos.
Fue así que cuando más lo necesitaba,

...Facundo me demostró, una vez mas, que al final del camino siempre hay luz.

13 comentarios:

  1. Diosa, por un lado nos toca hacer un mea culpa, a ambas (o sea me incluyo). Creo que ella tenia razon en que porque un pibe te guste o haya pasado algo, no es propiedad privada; en cierto punto es una actitud caprichosa y nos toca reconocerlo. Aun asi y todo jode y mucho.

    Lo que ella no entendio es que traiciono tu confianza, porque hizo las cosas por atras y no se hizo cargo. Eso es lo que verdaderamente duele, porque te ubica en una posicion de mierda. Ademas lo peor es que entre vos y el estaban pasando cosas, no es que fue una boludes lo que hizo... estuvo floja.

    Quizas por eso, aunque me jodio, yo no me enoje con mi amiga, porque bien que mal el flaco no es mio, y porque fue sincera y no se lo callo. Aun asi y todo no es la primera vez que me pasan estas cosas con ella, pero bueno, hay que vivir y dejar vivir supongo.

    Igual JODE Y MUCHO! Te re entiendo. Aca, la que estuvo mal fue ella. Y te digo algo mas? Yo creo que te tiene envidia.

    MV.

    ResponderBorrar
  2. Marianela dixit:

    - Yo no pienso que está mal lo que hice.

    - Lo que pasa es que vos te creés que todos los hombres que te gustan son tuyos y nadie los puede tocar.


    Estas no son palabras de una persona que te quiera de verdad.
    Puede ser muy boluda, como dice Yanina, pero hasta la más gila no daña a una amiga...

    No quiero meter leña al fuego, un error lo comete cualquiera, pero cuando lo hace y no se arrepiente, y piensa de esa manera, qué confianza podés tener en contarle algo si no sabés cuando te apuñalan por la espalda????

    Además, con ese criterio, entonces mejor que no le guste Facu de lo contrario, como piensa que vos te adueñás de los flacos que te gustan, no tendría reparo en levantárselo o dejarse levantar.

    No se, me huele a rivalidad y por qué no, como dice Media Verónica, algo de envidia.

    Besotes Diosa!!!


    Cuidate Diosita!! :)

    ResponderBorrar
  3. Que feo es cuando sentis que una amiga te traicionó!!!
    Es como dice Vero, ella no entendio que rompio tu confianza ciega como amiga....
    Ya me cae mal marianela... muy mal...

    ResponderBorrar
  4. ¿Confiar en una "amiga"?
    ¿"Perder" la virginidad?
    Mjm ¬¬

    El Profesor

    ResponderBorrar
  5. Soy Úrsula, te acordás? digamos que no podía seguir leyendo el blog sin comentar, Marianela me superó. Es algo lógico, un flaco que le gusta a una amiga no se toca, no hay mucho que pensar, si vos creés que todos los hombres que te gustan son tuyos es TU problema. Es algo que ella como mujer o como amiga te puede decir, pero no como una justificación por haber estado con uno de ellos. Habría que ver que hubiera dicho ella estando en tu lugar...
    En fín, besos Diosa.. :)

    ResponderBorrar
  6. La actitud de Marianela es nefasta.
    Yo no le perdonaría.

    Besos Diosa

    lady baires

    ResponderBorrar
  7. naaaaaaaaaaaaaa, no te puedo creer.
    que turra, me indigno ... es algo que ni siquiera se habla entre amigas, es mas que obvio, que el chico al que tu amiga le puso el ojo, LISTO para el resto ya no existe.
    y no tiene que ver con egoismo!!!!!!!

    viste, que yo con facu no tengo la mejor, pero tengo que decirte, que por algo es que siempre, esta ahi. al pie del ca;on!!!

    abrazo agusti :)
    espero leerte pronto.

    ResponderBorrar
  8. Que feo lo de Marianela. Si bien como dice MV es cierto que uno no es dueño de nadie, si realmente fuera tu amiga hubiera evitado la situación. Pero bueno, no todos son como uno...
    Y coincido con que ahí hay envidia

    ResponderBorrar
  9. Me parece muy de poco amiga lo que hizo Marianela,si actua asi mucho no le importa su relacion,a veces es mejor cortar las cosas aunque duela.Aunque tambien habria que considerar que a Orlando mucho no le importa si actua asi,y ahi pensar si vale la pena perder una amistad por un chabon.
    Me gusto mucho tu blog (: te sigo.

    ResponderBorrar
  10. Peroo queeeeeee hija de su madre.
    A veces uno piensa que no se puede confiar en nadie con lo que porpios amigos te hacen :/

    ResponderBorrar
  11. Ayyyy, ¡qué cosa cuando se mezclan chongos y amigas! Yo corro con ventaja porque a los hippies mugrosos que me gustan a mí, mis amigas diosas no los tocan ni con un chorro de soda :P

    La actitud de Marianela no consiguió otra cosa que problemas. Si bien, como sabemos, nadie es dueño de nadie, podría haber pensado que le iba a traer complicaciones con vos y evitar el posterior mal trago. Esa es mi humilde opinión.

    Ahora, ¿no correrían las mismas reglas para con Yani y el "coqueteo" con Enzo? :/ Ojo, tal veza sean casos completamente distintos (no sé en que quedó lo de ellos dos).

    Un besote Diosa!

    ResponderBorrar
  12. Mirà,creo que entre amigas hay còdigos.Muy fea la actitùd.

    ResponderBorrar
  13. No Diosa, No.... en tu lugar, disculpame, yo me hubiera enojado, ofendido y hecho un escandalo digno de una novela mexicana, posta.
    admiro tu diplomacia!

    Marianela, ESO NO SE HACE! NEVER!

    ResponderBorrar