jueves, 29 de julio de 2010

Tal vez lo mas suicida sea decirte la verdad

- Diosa, corté con mi novio - me dijeron del otro lado del teléfono. Mecha había terminado su relación con mi ex amigo, aquel que dijo que no me quería ver ni en figuritas. Y en el fondo, confieso que me alegré.
- ¿Cómo estás vos?
- No sé, era lo que quería y necesitaba, pero es inevitable que él no me haga sentir mal.
- Bueno, hay que despejarse. Salimos juntas hoy, te parece?
- Si, dale! Por eso te llamé, sabía que tendrías buenas ideas!!
Pero parecía que yo no era la única que estaba feliz por la separación. Había alguien que me superaba: Fede. Se enteró que ibamos a Crow's y allí acudió él también.
Llegamos junto con Mari, y nos compramos un frizzé para entonar. Al rato cae Yanina que venía con unas amigas de un cumpleaños y compramos otro mas.
- ¿Ése que está ahí no es Enzo? - dijo Mari en un momento.
- Si!! ¿Vamos a saludar, Yani? - le pregunté.
- No!! Que venga él si quiere... - dijo. Me pareció una boludez, pero la respeté.
La primer sorpresa de la noche llegó de la mano de LaCruz, quien apareció con su hermana y Julián.
- Juli! ¿Qué hacés acá? - lo saludé sorprendida.
- Shhh, no digas nada! Pero salí. En mi casa no saben nada, obvio. Dije que me quedaba en la casa de LaCruz y vinimos. ¡Estoy re emocionado Diosa! - Y no era para menos. Pobre Juli, las cosas que se estaba perdiendo!! Entonces, para festejar la salida de Julián, hicimos la primer ronda de tekilas de la noche.
- ¿Cómo es esto? - preguntaba desorientado el novato.
- Sal, tekila y limón para calmar el fueguito! - y el mareo empezaba a asomarse en la noche.
Fuimos al baño, y en el camino pasamos por al ladito del grupete de amigos de Enzo. Santiago casi que no me saludó, pero no le di importancia. Yo sabía que ahora andaba con una chica, era una historia mas que cerrada para mi.
- Después hacemos ronda, no Diosa? - preguntó Enzo.
- Bueno, pero en un rato que acabo de tomar uno, sino no llego ni a las 4 am!!
- Ok, después te voy a buscar entonces.
Yanina ni le habló. Cantaba y bailaba con las chicas y le dio la espalda todo el tiempo. Al rato desapareció. Yo me quedé con Mecha y Julián bailando en un costado de la barra que hay en el patio de Crow's.
- ¿Sale ronda? - insistió Enzo.
- Bueno, ahora si!
Después de tomar el segundo tekila y comer 4 rodajas mas de limón, nos pusimos a sacar fotos y bailar. Crow's siempre fue un bar con onda ochentosa, pero últimamente a pedido del público, pasaban una horita llena de reggaeton, y nosotros la enganchamos justito.
Enzo me revoleaba para acá y para allá. No se si eran ratones mios, los tekilas o el reggaeton, pero sentía sus manos recorrer mi cuerpo y su calor cada vez mas cerca.
Vuelta por acá, vuelta por allá. Apareció Fede y se fue con Mecha a hablar a un costado. Julián se esfumó con LaCruz. Quedamos nosotros solos "custodiando" las carteras y abrigos en una silla.
- ¿Cómo andan tus machimbres? - me preguntó.
- Mal, siento que voy a morir virgen!! - dije riendo. No se si era la confianza ciega que tenía en él, o los tekilas, pero me sentía libre y suelta para decir cualquier cosa.
- No digas eso, tonta! - sonrió.
- Es verdad!! Decime, ¿qué hago mal?
- Nada, son solo miedos que hay en tu interior, ya hablamos esto. Yo pienso que sos linda, dulce, inteligente y divertida. No creo que vayas a tener déficit amoroso!
Silencio. No sabía que decir mas que mirarlo a los ojos y morirme de amor ahí mismo. Ya no podía engañarme mas. Mis sentimientos eran mas que claros.
- Gracias.. - solo atiné a decir. - ¿Tomamos algo más?
- Mirá que no me hago cargo de lo que puede pasar después eh! - me dijo con una sonrisa pícara. En ese momento volvió el resto y mis pensamientos se esfumaron como soplados por un vientito. - Me voy a buscar a mis amigos que los dejé re tirados. Después vuelvo - dijo Enzo y se fue.
- ¿¿Te das cuenta?? - gritaba Yanina desaforada. Cuando toma de mas se pone insoportablemente violenta. - Vine yo y se va!! Se hace el interesante!!
- Ay Yani! Recién te hice señas, te lo puse a bailar adelante tuyo, hice mil cosas para que se pongan a hablar y vos te fuiste!! No le eches la culpa a él, porque esta vez tiene razón.
- ¡No lo defiendas!
- Yanina sos boluda? Ya no sabía de que disfrazarme para que aproveches, pero desperdiciás todas las oportunidades!! Enzo está muerto por vos! Y vos solamente lo histeriqueás todo el tiempo! - exploté. ¿Cómo podía ser que dejara pasar a un pibe como Enzo? Yo no la entendía.
- Diosa, quedatelo vos entonces... - y empujando a todos los que estaban al rededor, Yanina se fue. Me quedé helada, estupefacta y con ganas de ahorcarla.
- Está en pedo, ya sabés como se pone cuando toma - me decía Marianela.
- Pero encima que la quiero ayudar!
- Entonces no la ayudes mas, ya es grande y sabe decidir sola, no te metas... - me aconsejó Mecha.
- Si, mejor. Va a ser mejor que no me meta mas entre ellos. - concluí, pero la verdad era que la situación me daba demasiada impotencia y no sabía que hacer.
- Por eso, tomemos otro tekila! - saltó Fede.
- ¿Otro? - dije miedosa.
- Si, sos flojita? - me desafió.
- No, Fede! Pero ya tomé dos! Nunca tomé mas de eso...
- Pero seguís haciéndote problema por todo! Mejor tomá otro así te despejas. Aparte yo quiero tomar uno, y solo no da!
Entonces me convenció. Y de nuevo la ceremonia de la sal, fondo blanco y limón. Y la garganta que quemaba, y las paredes que se movían. A los 5 minutos me di cuenta que la tercer ronda había sido una mala idea.
- Diosa, te sentís bien? - me preguntaban.
- No! Estoy enojada!
- ¿Con quién?
- Con todos!
- Vení, vamos al baño, querés? - me preguntó Mecha agarrandome de la mano. Entonces acepté. Me metí en un baño desocupado, y mientras hacía mis necesidades las paredes y mi cabeza no dejaba de dar vueltas. ¿Por que Yanina se enojaba conmigo si yo solamente quería ayudarla? ¿Qué era lo que yo sentía realmente por Enzo? Pero sobre todas las cosas, ¿qué le pasaba a él conmigo? Y ahora encima tenía que bancarme que Fede se chamuye a Mecha, y ella acepte con gusto. Me sentía la mayor perdedora de todas.
Salgo del baño y me suena el celular. Mensaje de Yanina: "Me fui porque te vi con Enzo"
- ¿¿Y ahora que hice??
- Nada Diosa, nada. - me calmaban entre Mecha y Fede. - Ella está tan o mas en pedo que vos, dejala, ya se le va a pasar. - Pero hicimos dos pasos y otra vez me choqué con Enzo de lleno.
- Eeepaa!! ¿Seguiste tomando borrachita? - me dijo alegre y yo no tuve mejor reacción que abrazarlo. Lo abracé fuerte, con todas mis energías. Tenía ganas de que el resto del mundo desapareciera y quedaramos solos. - ¿Estás bien, Diosa? - me susurraba al oído y yo no me animaba a separar mi cabeza de su hombro. Por detrás suyo apareció Marianela que me hizo una seña que no entendí. Entonces aflojé el abrazo y le pregunté que pasaba.
- Enzo, Yani te está buscando... - dijo mirándolo a él.
- No se nota! - contestó ofendido. - ¿me vas a decir que te pasa? - dijo dirigiéndose a mi nuevamente.
- Nada Enzo - dije por fin - Dejame sola!
- Pero decime porqué!
- Andate!! No quiero mas quilombos, ya fue.
- No te entiendo
- Andate por favor!! No me la hagas mas difícil, andate!
Pero Enzo no se iba y yo seguía gritándole que se vaya. Si leemos entre líneas, era obvio que no quería que se fuera, de lo contrario me hubiera ido yo.
- Diosa basta! - me gritó Mecha trayéndome a la realidad de nuevo. - Te vas a mandar una cagada y te vas a arrepentir... - dijo por lo bajo mirandome a los ojos. Eso me hizo reaccionar.
Mecha me agarró de la mano y me llevó al patio de nuevo.
- ¿Qué ibas a hacer? ¡Decime! ¿Entendes que está Yanina dándo vueltas por ahi? - me decía fuerte.
- No se Mecha, no sé! No entiendo nada... - contesté triste. Tenía ganas de llorar.
- Bueno, ya está chicas - medió Fede. - No te hagas mas problema Diosa, no pasó nada.
No podía levantar la vista del piso. ¿Qué estaba heciendo? No podía cagarme así en mi amiga. Ni mucho menos hacer boludeces borracha. Tenía ganas de salir de mi cuerpo para poder pegarme unas buenas cachetadas.
Y cuando por fin levanté la vista todo cambió.
Salí corriendo entre medio de Mecha y Fede y me avalancé a sus brazos. Había llegado mi salvación. Mi luz, mi todo. Mi Facundo. ¿Quién mas sino?
- ¿Estás bien? - me preguntó.
- Sí, ahora sí. - literalmente, y no exagero, Facundo tenía un efecto casi mágico que me hacía volver a la tierra en un instante. El mareo desapareció, la tristeza se evaporó, y pude olvidarme de todo y de todos.
- ¿Querés tomar algo?
- No gracias, ya tomé mucho, y por eso no estoy bien.
- Bueno, acompañame a la barra que me compro un gin tonic que como no te gusta no te va a tentar a tomarlo. - eso me transmitió calma, y lo acompañé. Mecha le hizo señas a Fede y se quedaron conversando al lado para cuidar que no me mande una cagada, aunque con Facundo presente, eso no era necesario.
- Está bien que me tomé 3 tekilas, pero no sé porqué me pegó tanto.
- Un amigo dice que el alcohol te pega cuando querés que te pegue, sino no.
- Puede ser, creo que hoy quería que me pegue para olvidarme de todo, y sin embargo, me pegó para hacer cagadas.
- ¿De qué te querías olvidar?
Hice una pausa.  La respuesta mas sensata hubiera sido si le respondía que quería olvidarme de él. También podía contarle que mi amiga hacía 3 días que había cortado con su novio de años, y ahora iba a empezar una relación con alguien con quién yo había estado varias veces y me llevaba super bien. Sino le contaba que me acaba de dar cuenta que me gustaba el chico que anda con mi mejor amiga y quién supuestamente es mi confidente y me quiere "por amistad" pero cuando puede me tira algún palo o me manosea mientras bailamos.
- Hay un chico. - empecé. - en la facultad. El pibe me tira onda, mucha! - volví a callarme. No sabía como seguir.
- ¿Y qué tiene?
- Hasta ahí nada. Pero hay varios problemas. No solo está conviviendo con la novia, sino que el chico no es tan chico. Me lleva 15 años.
- ajam, y eso te frena?
- Si. Me da miedo.
- ¿Por?
- No sé, son muchos años. El flaco debe de tener tooodaaa la experiencia del mundo, y yo no.
- La edad no hace la experiencia. Un flaco de 20 te puede dar vuelta como uno de 30 o peor quizás.
- Si, pero conociéndolo, son 15 años de edad y de experiencia, te juro!
- Pero mejor! No entiendo porque es un freno para vos...
- Por que yo no tengo experiencia! - dije con enfásis y pausadamente.
- Mejor!
- No me estás entendiendo Facu....yo NO tengo experiencia.
- ¿Sos virgen? - pero no me animé a responder...

...solo moví la cabeza y asentí con miedo.

sábado, 24 de julio de 2010

What a stupid lamb...

Enzo dice:
Hola gato! ¿Qué te hacés la linda en esa foto?
LaDiosa dice:
está fea??
Enzo dice:
nah, yo te doy!
LaDiosa dice:
jaja solo porque es de lejos...
Enzo dice:
no te hagas la humilde, sabés que a vos yo te doy
LaDiosa:
jajaja
(risa incómoda)
Enzo dice:
¿Qué hacías?
LaDiosa dice:
Ahora me voy para la facu...un bajón!
Enzo dice:
no vayas!!
LaDiosa dice:
¿por qué no?
Enzo dice:
Porque YO no quiero que vayas! Punto.
LaDiosa dice:
jaja tengo que ir!
Enzo dice:
que yo no me entere que anduviste coqueteando con ESE
LaDiosa dice:
entonces no te cuento
Enzo dice:
te voy a cagar a cachetazos cuando te vea!!! yo te voy a ubicar a vos...a nalgadas!

Como conté reiteradas veces, Enzo era mi psicológo personal. La persona a la que le contaba todo, el único que podía ser objetivo y abrirme los ojos de verdad. Asique por supuesto que sabía el coqueteo constante que había entre Martín y yo.
Pero para mi sorpresa, los últimos días empecé a notar ciertos comentarios no tan objetivos.
Esa semana, por una cosa u otra, ni me lo crucé a Martín, y Enzo se alegró. Hasta me dijo que era un "gualicho" que estaba haciendo para que yo no caiga en su tentación, ya que me quería solo para él. Al principio lo tomé como una broma, como un amigo que quería cuidarme. Pero cuando cada vez fue mas notorio, ya no pude hacer oídos sordos.

Enzo dice:
volvemos a repetir el comportamiento de atracción por las cosas técnicamente imposibles
LaDiosa dice:
¿qué otros hubo que sean tan imposibles como éste?
Enzo dice:
empezando por Esteban, el flaco que vivía en Brasil. Siguiendo por Marcos, que también no era una relación "cómoda". Ni hablar de Facu, la persona menos comprometida en algo que pudiste encontrar. Seguimos por Fernando, que tenía novia, igual que Orlando. O Matías, que era muy pequeño. Y todos los demás que me nombrás siempre. Pero éste, si bien también es casi imposible, la persona en cuestion tiene un nivel de necesidad lo suficientemente importante para que no sea tan imposible como parecía... entonces...que pasa si se hace posible? Si es otra de tus alucinaciones de amores imposibles es momento de darle un corte, porque esto se acerca a posible y no estás segura hasta donde podés llegar
LaDiosa dice:
se me dio vuelta la tortilla y ahora no se como escapar jaja...hay que ver como sigue esto en grado de "imposibilidad"
Enzo dice:
no le queda mucho, porque hablando en criollo, si te tiene en privado te ensarta, marcá vos tus límites
LaDiosa dice:
eso mismo me dijo Yani. Dios!! hay 40 tipos y a mi me gusta el de 35 con concuvina!
Enzo dice:
si, y ya sabemos porque...pero bueno hay que batallar contra eso
LaDiosa dice:
por el miedo a enfrentarme con un "hombre"...gracias por escucharme siempre Enzo :) 
Enzo dice:
de nada, algún día me voy a poner mimoso y me las vas a pagar todas!!
LaDiosa dice:
esta semana no pasó mucho con el viejo igual..
Enzo dice:
no te buscó o te buscó y no le diste cabida?
LaDiosa dice:
em...lo vi un día solo en la facu. En el recreo yo estaba en la vereda hablando por celu, y él vino a saludarme. Se quedó hasta que corté "porque pensó que me iba a mi casa". Entonces nos quedamos hablando en el pasillo y ya habían entrado todos a clase. Yo me fui acercando a la puerta y cuando iba a abrirla me dice "ya entrás???" muy sorprendido. No le dije nada y entré...no se que pretendía!
Enzo dice:
algo pretendía, pero hiciste bien
LaDiosa dice:
hice lo que me salió...después en clase, yo estaba hablando con 2 chicos, pasa él y me dice "bueee, mirá como te estan acosando estos dos! ojo eh!"
Enzo dice:
ah bueno!! Se hace el gato, salame de mierda!
LaDiosa dice:
jajaja por qué???
Enzo dice:
no sé, me dan ganas de pegarle! A vos te gustan todos los salames que se hacen los bananas...

Quizás Enzo tenía razón, pero uno no elige de quien enamorarse, no?
Ése sábado fui a Crow's con Marianela. Llegamos temprano porque si esperabamos mucho, nos dormíamos cada una en su casa. Nos acercamos a la barra a pedir algo, y para nuestra sorpresa, al lado nuestro estaba Lautaro, solo.
- Hola! - le dijo a Mari. A mi que me parta un rayo.
- ¡Hola! ¿Cómo estás? - contestó ella.
- Bien, estoy esperando a unos amigos que iban a venir, pero parece que yo llegué muy temprano. ¿Tomamos algo?
Lautaro agarró la carta y empezó a negociar con Marianela lo que irían a tomar, mientras yo miraba a mi al rededor rogando porque llegara alguien. Pero no, bien vacío estaba todo. Me sentía sapo de otro pozo en mi lugar!
Habrán pasado fácil, 40 minutos y yo seguía escuchando lo que ellos hablaban, hasta que por fin llegó Carlos y me salvó.
- Che Diosa, trajiste la cámara? - me preguntó.
- Me extraña! Siempre la traigo!
- Bueno, dale, sacá fotos!
Y ahí están guardadas las fotos que les saqué a Lautaro haciéndose el simpático con Marianela, y ella dándole cabida para que haga y deshaga. Por suerte aparecieron un grupo de ex compañeros del secundario y me fui a tomar algo con ellos.
- ¿Hacemos ronda de tekila? - me preguntó uno. Me dí vuelta para responderle, cuando por el rabillo de ojo vi que entraba Facundo. Me hice la estúpida, y bien alevosamente actué como si no lo hubiera visto. Todavía seguía dolida por la última vez que él me había ignorado.
Sin embargo no funcionó. Al minuto tenía a Facu al lado mio saludándome y enganchándose con los chicos en la ronda de tekilas.
Después de comer casi un limón entero para bajar la segunda ronda, mis compañeros del cole desaparecieron del lugar, y Marianela, que me había visto conversando con Facu, me hizo señas y también se evaporó. Hablamos como de costumbre, como si nada hubiera pasado.
- El otro día pasaron en la tele, cuando Schiavi declaró que estuvo con Sandra Bullock! - dije en un momento, en consecuencia de una charla sobre actores.
- Este idiota de Schiavi no entendió eso de bajar a las mujeres del pedestal jaja
- Yo tampoco!
- Dicho de modo grosero, a corta distancia una concha es una concha, no importa si es de Sandra Bullock o de una mina que baila en Pasión de Sábado. La idea es que es al pedo hacer alarde de que estuviste con alguien famoso
- Obviamente que nooo!! - grité - Yo llego a estar, no se...con Orlando Bloom, y haría alarde toda mi vida!!
- Y tu concha que sabe que es la pija de Orlando - muy gráfica la conversación, lo sé. Perdonen el vocabulario! - va a sentir lo mismo con la pija de un vecino
- Mi concha capaz no, pero yo sí...y yo soy la que hago alarde, no mi concha!! Aparte la pija de mi vecino no me calienta jajaja - reímos
- jajaja digo que físicamente vas a sentir lo mismo. En definitiva somos todos cachos de carne, que importa que algunos sean famosos y otros no
- mmmm, no creo...supongo que la emoción que sentirías con alguien famoso, y todo lo que tu cabeza maquinaría, quizás te hace sentir distinto. Aunque nada asegura que el famoso es mejor en la cama que el vecino
- Y bueno, está todo en la mente. Yo soy muy simple, a la hora de cojer no me interesa que alguien haya filmado Piratas Del Caribe; en pelotas es una persona igual que yo, no hay que olvidarse que pertenecemos al reino animal! Es cualquiera esto de ver a los actores o músicos como semidioses - dijo mientras le pedía al barman una cerveza negra.
- Bueno, eso es verdad, pero alguien que en cierto modo parece inalcanzable, de pronto te lo estás cogiendo...supongo que una especie de adrenalina vas a sentir! Con tu teoría entonces, cualquier persona (sea famosa o no) a vos te da igual...
- Sip, y no es una teoría, es la realidad, quién hace que una persona sea importante? Las demás personas! Somos todos cachos de carne. No nos comemos porque debemos tener gusto feo. Yo voy a un recital y me re emociono, pero no me quedo a que me firmen un autógrafo, o matarme por agarrar el palillo de un baterista, sale $5 en cualquier casa de música. Y no es que me da lo mismo, digo que alguien no me interesa más por ser famoso
- Ah bueno, pero yo decía fuera de ser famoso....porque como bien vos dijiste, las mismas personas hacen a las otras personas importantes. Y capaz a vos te da lo mismo si es Madonna o Juana Perez (cosa que dudo), porque Juana Perez te moviliza mas...pero hay otras personas que si llegan a estar con uno famoso se mueren! No creo en eso de que todos son un cacho de carne, para mi está en uno quién lo es y quién no. - concluí mientras pensaba que él jamás sería un cacho de carne para mi...
- A ver, es como tomarte un Gancia en el mejor bar o en el más pedorro, tu paladar va a sentir el mismo gusto
- Si, pero estoy segura que la vas a pasar mejor en el mejor bar! Mas allá de que los dos sean marca Gancia...lo otro influye!!
- Por eso, el entorno es otro, el antes y el después es otro, el momento en que tragás el Gancia sentís lo mismo. Los flujos vaginales de Madonna no cambiaron el día que pegó su primer hit en la radio, ni a Orlando Bloom le creció 10 centímetros cuando hizo El Señor de los Anillos!
- Admití que no te daría igual estar con Madonna...punto!
- Obvio que si! jaja!
- Estuviste con alguna famosa?? Ya que sabes tanto!
- Si se puede decir famoso, le di a una que aparecía en Rebelde Way!
El resto de la noche, seguimos discutiendo de otros temas, como solemos hacer cada vez que nos vemos. El tekila ayudó a que me soltara y hablara de cualquier cosa. Cuando Mari volvió, salimos de Crow's y Facundo se ofreció a llevarnos a casa. Y la historia se repitió, como ya incontables veces.
Podían aparecer veinte Martines. Podía tener cuarenta Enzos que me hicieran ver la realidad. Podía conocer chicos nuevos todos los días. Pero Facundo era Facundo. Y nadie se comparaba a él.
Y no solo me gustaba por quién era...

...sino por como me sentía yo cuando estaba a su lado.

viernes, 16 de julio de 2010

Cara de tramposo y ojos de atorrante

Entré al salón como todos los jueves y saludé a los que habían llegado antes que yo.
- Diosa! ¡Cómo te saludó Martín! - me dijo Yanina después de que me sentara en una de las máquinas a su lado.
- mmm, no sé, cómo? - en realidad sí me había dado cuenta, pero no quería asumirlo por miedo a que fuera solo mi imaginación.
- Parece que te va a comer la boca cada vez que te da un beso en la mejilla! - asintió Marianela.
- Nah, pero saluda siempre así! - lo justifiqué - ¿Viste que hay gente que hace mas espamento con el beso que otros?
- Nada que ver! A nosotras no nos saluda así...en cambio a vos...
Pero por mas que quisiera minimizar la situación, las chicas tenían razón. Mi relación con el madurito había cambiado rotundamente. Había pasado de ser "el insoportable que se las sabe todas" a "aquel que está terrible y tiene mucha personalidad".
En las clases de Programación II, la materia que hacía sin las chicas en el turno noche, yo solía sentarme al lado de Marcelo, para hacer los ejercicios juntos y practicar. Martín y Marcelo se llevaban especialmente bien. "Me veo a mi a los 20", decía Martín cuando se refería a él. Y por ese motivo, siempre terminaba sentado con nosotros aunque lejos de estudiar, solo se acercaba a charlar.
Así fue como empezamos a tener confianza y a conocernos mas.
- ...aparte la semana que viene es el parcial, ni idea de donde estudiar!
- Yo tengo algunos parciales de años anteriores que me pasaron unos chicos! - le conté.
- ¿Posta? ¡Qué genia! Eso se llama tener contactos...
- Y si, algunas ventajas tengo que tener por ser mujer!!
- No te preocupes que tenés muchas... - mientras ponía su carita de pícaro y abría sus ojos claros. Quise escapar de la incomodidad y me apuré a decir:
- ¿Te paso los examenes entonces? Los tengo en el pendrive...tomá, abrí que te digo dónde están - dije mientras lo enchufábamos en una de las PC's.
- ¿Tenés fotos acá?
- jaja no!
- ¿Cómo que no? Yo quería ver fotos en malla y esas cosas!!
- jaja no, solo hay cosas de la facu, y algunas del colegio
- ¿De tu laburo?
- Claro
- Che, y cómo va eso? ¿Estás contenta? ¿Te hacen caso los pendejos?
- Si, tranqui...por suerte en ese sentido si, porque son nenes chiquitos. En cambio el año pasado, tuve que hacer suplencias con nenes mas grandes y ahí se complicaba mas la cosa...
- ¿Por? ¿Se zarparon?
- Y, una vez me pasó de que una nena me dijo "Seño, seño, ese nene está diciendo que le gusta tu cola"...y me quedé helada!! No sabía que decir!!
- Noooo, me muero! Los nenes vienen terribles!! Bah, que se yo. Yo cuando iba al colegio también le miraba el culo a las maestras si había alguna que estuviera buena. Es mas, una vez salí con la hija de una, solo porque no podía levantarme a la madre!
- Bueno, vos habrás sido terrible de chico, me imagino!
- Si, pero peor fui de adolescente...
- Igual, para evitar líos me mandé a hacer el camisolín como tienen las maestras, así tapamos todo y listo!
- ¡¡NO!! Jodeme que usas camisolín! - gritó. - Che Horacio! La Diosa usa camisolín en el colegio que da clases...
- ¿Si? - contestó sin apartar la mirada del monitor. - Alta fantasía, no?
- Sabelo! ¿Quién no tuvo la fantasía de la maestra con el guardapolvito?
- Jajaja pará Martín! ¿Qué decís?
- Ay, no te hagas la santa! Debés de tener fotos sexies en camisolín. ¿Acá en el pendrive no hay?
- ¡Te dije que no! Y copiate lo exámenes antes de que me arrepienta! Están en la carpeta que dice "Recolección".
- Uh, que mala onda! Jaja! Nah, no te enojés Diosa, yo te cargo... aunque si tenés fotos, no dudes en traerlas....
Seguimos con la clase, aunque la verdad es que no pude volver concentrarme en el resto de la noche. En el recreo, Martín no dejó de tirotearme con todo lo que tenía a mano, y yo me dejaba, claro.
- La semana que viene es mi cumpleaños, asique quiero un regalo, escuchaste? - me dijo.
- Bueno, qué querés?
- Lo que vos quieras está bien.
- ¿Cuántos cumplís?
- mmmm, ¿cuántos pensás que tengo?
Lo miré detenidamente. ¿Cuántos años podría tener?. Se notaba que no era un pibe como el resto, pero tampoco aparentaba ser muy grande. Su altura y su físico lo hacían jovial y elegante. Sus ojos claros despistaban, al igual que su pelo rubio cortado bien cortito que le quedaba de maravillas. Sus manos grandes, su nariz perfecta, y su voz fuerte aunque no tan gruesa, completaban el marco de un tipo maduro pero muy atractivo. Pero mas allá de cualquier apariencia física, su personalidad me desconcertaba mas aún: cuando Martín jodía con el resto de los chicos, parecía un nene de 15 años.
- Ay, no quiero arriesgar...
- Dale! Por favor! Me muero por saber la edad que me das!! - insistía entusiasmado.
- Ojo con lo que respondés...porque si le dás de mas o le das de menos, sonaste! - acotó Horacio.
- mmm, no sé. Tiro por tirar! ¿29?
- Jajajaja! Bueno, no...cumplo 35.
- ¿Posta? No parece... - y automáticamente me arrepentí de haber dejado ver mi sorpresa en la cara. - ¿Y vos Horacio? ¿Cuantos tenés?
- Yo cumplo 40. ¿Parezco?
- No la verdad que tampoco...
Okey, me gustaba un tipo que me llevaba 14 años pero no los aparentaba, y que encima, se notaba que algo de onda tenía conmigo.
Se acercaban las 11 de la noche, cuando el profesor por fin nos dejó ir. Ese día no estaban ni Orlando ni Tomás, asique no tenía chofer que me alcanzara hasta casa.
- ¿Cómo te vas Diosa? Yo me tomo el tren, venís? - me dijo cuando nos despedíamos entre todos en la puerta. ¿Había que dudarlo? Acepté, y Horacio se ofreció a llevarnos hasta la estación.
- Ojo lo que hacés con estos chicos! Mirá que Martín la tiene grande!! - me gritó Marcelo cuando me subía al auto. Llegamos a la estación y Horacio nos despidió con un "ojo con lo que hacen!". ¿Acaso era tan obvio que todo indicaba que había algo entre ambos?. Por primera vez estábamos solos...
- ¿No sacás boleto? - le dije viendo que se dirigía directamente al andén.
- Naah, ni loco! Viajo todos los días a esta hora y jamás saco.
- ¿Seguro?
- ¡Te digo que sí, Diosa!
- Bueno, cualquier cosa si me paran, digo que fue idea tuya...
- No te van a parar...
- ...digo: "Señor, la culpa la tiene mi papá que no quiso sacar boleto!" - dije con tono burlón mientras lo miraba. Si mi idea era provocarlo, lo había logrado con éxito.
- Ah buee! Lo que me faltaba! Yo no soy tu viejo...
- ...bueno, pero podrías pasar como tal.
- Ni en pedo! Si nos llevamos unos...
-...14 años! - completé.
- Por eso, es imposible!
- No sé, pero si me paran yo pienso decir eso! - insistí graciosa.
Llegó el tren y nos subimos. El viaje no era tan largo porque yo me bajaba en la segunda estación, pero nos sentamos y conversamos igual.
- ... nah, por ahora nada de hijos!
- ¿No querés tener?
- Si, en algún momento. Pero hace poco que me fuí a vivir con mi novia, que se yo. No es el momento.
- Todavía no terminás de sentar cabeza, no?
- Puede ser. Me tira la joda. Pero con mi novia tenemos un acuerdo, por ejemplo. Los viernes yo salgo con mis amigos y ella con sus amigas. Los sábados yo juego a la pelota siempre. Y ella hace sus cosas. O sea, cada uno tiene su espacio para lo suyo. Sino creo que te cansás.
- Si, pero eso depende mas de la personalidad de cada uno. ¿Viste que hay parejas que ni se despegan y hacen todo juntos?
- Yo no podría. Necesito mi libertad. No sé, nunca le controlaría lo que hace o deja de hacer, porque no me gustaría que me lo haga a mi.
- Jaja, claro, te conviene... - contesté haciendo un gesto de complicidad.
- No, no pasa solo por si le voy a meter los cuernos o no. Pasa por conservar un espacio propio. Porque la verdad es que tuve muchas oportunidedades para mandarme cagadas, y a mi me cuesta poco hacerlo jaja, pero si conservamos nuestras amistades y actividades no es para engañarnos.
- Mientras haya confianza no creo que haya problema.
- ¿Sabés que pasa Diosa? En el laburo, por ejemplo, hay una mina que me tirá los perros todos los días. Yo le aclaré que no quiero saber nada, sin embargo insiste. ¿Y sabés que hizo? Me estuvo mandando mails diciendome de todo. Desde "que lindo que estás hoy vestido", a "¿cuándo cogemos?". Y si mi novia por ejemplo, tuviera acceso a mi mail, lee eso y se piensa cualquiera. Y yo tengo flor de quilombo aunque la verdad es que no pasó nada ni va a pasar... Por eso también creo que es importante esa privacidad.
- Porque dió la casualidad que a la mina esa no le dás, no? - insistí. Sentía que me estaba chamuyando a 4 manos, y no quería quedar como que le creía todo.
- No sé, si estuviera solo ya le hubiera dado hace rato. Pero en esta situación, no se si vale la pena. Encima ella es casada! Y es mentira eso que dicen que las oportunidades te aparecen cuando las buscas. Yo no las busco, y aparecen igual.
Pero ya había llegado a mi estación y tenía que bajar. Mientras me paraba, jugué la última carta.
- ...Pero vos las rechazás todas, no?
- Yo no las voy a ir a buscar. A veces aparecen. Y no se Diosa, es difícil. No querés cagar lo lindo que tenés, por mas que te tire la joda, entendés? Tampoco cierro las puertas. A lo que voy, es que no voy por la vida buscando un amante ni mucho menos. Pero si se da que conozco alguien que pego onda y nos llevamos bien, ahí ya no se. Lo importante es tener en claro las reglas del juego, ver como son las cosas en realidad, y si cada uno acepta lo que puede dar y recibir del otro.
- No sé, es complicado. Por eso, para evitar debates morales, es que sigo soltera. Me bajo! Chau. - le dí un beso y desaparecí en el andén. El resto del viaje hasta que llegué a casa, no hice otra cosa que pensar y repensar en sus palabras. No hacía falta ser una genia para darse cuenta que me estaba chamuyando, pero si lo hacía era por algo. Algún interés tenía. De todos modos, no quería apresurarme. ¿Por qué un tipo como Martín, que me lleva casi 15 años y que tiene su vida casi formada, iba a fijarse en mi?
Simple: calentura.
Quiso hacerse el fiel pero me dejó leer entre líneas que él no busca pero sin embargo encuentra. Y yo solo tuve la certeza de que me moría de ganas de dejarme encontrar. Nunca me había gustado alguien que me llevara tantos años, pero Martín, era el madurito mas sexy que jamás hubiera conocido. Tenía ese porte de actor de telenovela, y el chamuyo digno de un veintiañero.
Si quisiera encontrar palabras para describir como Martín me saludó al día siguiente cuando llegó a clase, seguro no serían las apropiadas porque dejaría algo de lado. Pero voy a contarles que casi rozó la comisura de mis labios. Voy a decirles, que el cuerpo me vibró de pies a cabeza. Voy a asegurarles que confirmé mis sospechas cuando él solito me sacó el tema:
- Diosa, alguna vez te gustó alguien mas grande que vos?
- La verdad que no...
- A mi si. Cuando tenía 20 salí con una mina de 38. Bah, y a los 30 salí con una de 19. Qué se yo, no tengo rollo con eso.
- Yo no es que tenga rollo, simplemente es que nunca conocí alguien que me llevara tantos años y me moviera el piso. - "hasta ahora", me faltó aclarar.
- Creo que no es un tema de edad en sí. O sea, no la edad que dice tu documento, sino la que siente cada uno. Conocí pendejas muy maduras, y viejas muy joviales, que se yo.
- Si, como vos que no parecés la edad que tenés. Sigo sorprendida...
- Y vos, que no sos ninguna pendeja boluda de 21.
¿Algo mas para decir?. Esto recién empezaba. Y a pesar de que Martín me gustaba mucho, quizás por miedo, quizás por desconfianza...

...me resistía a pensar que entre nosotros podía llegar a pasar algo.

sábado, 10 de julio de 2010

If only...

Entramos a la habitación y por acto reflejo encendí la luz. Cuando me dí cuenta, la apagué.
Facundo sabía como tratarme. Él era la única persona de la que no tenía que cuidarme, sin embargo, era inevitable estar nerviosa.
"Le tengo que decir, le tengo que decir", pensaba todo el tiempo, mientras las ropas caían de un lado de la cama y del otro.
- Creo que se rompió. - me dijo dándome el collar que yo llevaba puesto.
- No importa. - contesté dejándolo a un lado y volviendo a besarlo.
"¿Cómo hago? ¿Y si no le digo nada? Noo, él tiene que saberlo! No va a poder!!"
Facundo logró hacerme sentir cosas que nunca había sentido. En esa cama y en la vida.
En ese momento me di cuenta que la respuesta que necesitaba, hacía rato que la tenía frente a mi.
- Diosa, pensá si de verdad querés que Facundo sea el primero. Te vas a enamorar! - me repetía Yanina cada vez que salía el tema.
Pero mi amiga se equivocaba.
Yo ya estaba enamorada de Facundo hacía rato. Él ya era especial para mi. Y sabía que esa situación no iba a cambiar mis sentimientos.
Por esa razón, estaba tranquila. Estaba convencida de que no iba a arrepentirme. Por primera vez en mi vida, quería que el hombre que tenía besándome, tocándome, sintiéndome, me hiciera suya. Para que él pudiera ser mio.
Sin embargo, la cabeza no dejaba de trabajarme a mil por hora. ¿Cómo podía hacer para decirle lo que no me animaba?
Estaba dura, no sabía que hacer. Abría la boca para hablar, y sin embargo las palabras no me salían. Simplemente el sonido no se pronunciaba.
Pero quizás, las cosas siempre pasan por algo.
No pudimos. Mejor dicho, Facundo no pudo. Y a mi me vino genial.
Por un lado quería de una vez por todas sacarme el peso de encima. Y por el otro, no quería que fuera así. Si había esperado tanto para que todo sea perfecto, tenía que decirle a Facundo que yo era virgen.  Aunque quizás a esta altura, él ya se había dado cuenta...
Sin embargo, ninguno de los dos nos quedamos con las ganas de nada. Pudimos saciarnos y sentirnos como nunca antes lo habíamos hecho.

Cuando salí de la habitación, me encontré con Marianela en el pasillo que venía a buscarme.
Nos miramos y nos sonreímos. No era necesario decir nada.
- Mari, tenés la remera al revés....
Y nos fundimos en una risa nerviosa.
Facundo nos llevó a cada una a su casa, y ya acostada, empecé a mensajearme con Mari. Ella me contó que tampoco pudo hacer demasiado con Carlos, pero que también la había pasado bien. Parecía que esa no debía ser nuestra noche...
- Diosa, entendé que no podés hacer nunca mas eso!! - me gritaba Yanina en la heladería del barrio una tarde de esa semana.
- No pude Yani! Te juro que intenté! Pero no me salían las palabras...era como algo físico, no sé. Soy demasiado cagona.
- No podes estar con alguien que no sabe que es tu primera vez! Reaccioná!!
- Esta bien, te prometo que se lo voy a decir...lo voy a hacer...lo TENGO que hacer.
 Me sentía rara. Si bien estaba feliz, también me quería matar por no haber podido decirle nada. - Ahora, se lo diga en el momento que se lo diga, ya voy a quedar mal por haber intentado estar con él sin haberselo dicho antes. ¿Y si no pudimos hacerlo porque yo hice algo mal? - pregunté miedosa.
- Ay Diosa! Esas cosas les pasa a los hombres siempre! Por nervios, o por lo que sea. El flaco se debe de querer matar, y en cuanto pueda va a buscar ravancha, vas a ver! - me calmaba Yanina. No sabía si ella tenía razón o no, pero siempre sonaba tan segura, que me convencía.
- ¿Y si no quiere? ¿Y si piensa que fue patético y no me quiere ver mas?
- ¡Es un pelotudo si piensa eso!
- Igual...en un momento intentó....
- ¿¿Y??
- Y me dolió mucho Yani, mucho!
- Es así Diosa, pero algún día tiene que ser, no?

- Si, y te juro por lo que mas quiero en este mundo, que tiene que ser con él y con nadie mas! No te das una ida lo mucho que quiero eso! Siento que es él...
- No te enamores Diosa, ya sabés como es Facundo. Es como todos los de ese grupito, ya te dije.
- Te equivocás Yani! Facundo no es como Claudio.
- Es verdad, es mas raro este pibe. No entiendo como te gusta, si es justamente, todo lo contrario a lo que sos vos!
- Quizás por eso Yani, quizás por eso...
- Lo único que te digo, es que estés segura de lo que hacés. Es obvio que después quedás peor que antes!
- No aguanto mas. La próxima vez que lo vea, se lo digo. Listo. Estoy mas decidida que nunca!

Pero claro, no contaba con que esa próxima vez, Facundo me iba a ignorar.
La semana siguiente, fue el cumpleaños de Romina, y luego de juntarnos con ella en un restó de la zona, fuimos con Marianela nuevamente a Crow's porque iba un chico que le gustaba a ella.
Y ahí estaba él, con el grupo de amigos de siempre. Pero ésta vez fue distinto. Esta vez me esquivó la mirada, me ignoró completamente.
- ¿Te das cuenta? Lo de la semana pasada fue un desastre!
- No creo que sea eso Diosa, Facundo es así y ya lo conocemos. Sabes que un día te ama y al otro ni te conoce...
- Pero yo tengo una incertidumbre total! ¿Entendes? Venía decidida a que las cosas sean distintas...me la iba a jugar!
- No se que decirte Diosa.
- Y yo no se pensar...pero sentir, sé perfectamente lo que siento. Me parece que él no entiende: yo no quiero ser la madre de sus hijos, pero tampoco su puta de fin de semana - concluí abatida.

Terminó Marzo, y con Abril, empezó mi tercer año facultativo. En consecuencia a los días que debía ir al colegio, tuve que pasarme dos materias a la noche. Como ya dije, conseguí que las chicas se pasaran conmigo en una, pero a la otra iría sola. Sin embargo, siempre había algún conocido en todos lados.
- Bueno gente, a partir de ahora, sus vidas me pertenecen.... - dijo a título de bienvenida el profesor. Todos nos miramos riendo, hasta que un recursante se sonrío y dijo por lo bajo "No me cabe la menor duda!" y ya no me dieron ganas de reir más. Esa era la materia mas importante desde que empecé la carrera. Era la que me iba a dar el título intermedio, y aunque era justo que costara sabía que tendría que esforzarme de verdad y eso no era muy divertido.
- Diosa! El turno noche es el paraíso! - me dijo Yanina abriendo los ojos.
- ¿Viste? Yo les dije...
- Tenemos que empezar a hacernos del grupo!
El profesor tenía mucha pinta de turco, pero decía que era francés. Nos repartió unas hojas con el proyecto que debíamos preparar a lo largo de todo el año en forma de tesis. Me tocó un estudio contable.
- Pffff, un colegio! ¿Qué es esto? - dijo uno del otro lado de la computadora.
- Disculpame... - lo interrumpí. - ¿Querés cambiarlo? A mi me tocó un estudio contable...
- mmmm, bueno, dale!
Agradecí haber encontrado alguien que se apiadara de mi. El tema del colegio iba perfecto! Sabía mejor que nadie como se manejaba la institución, y el relevamiento me iba a resultar super sencillo.
Además, teníamos que preparar exposiciones grupales de temas teorícos para dar en clase. A lo largo de las semanas, los chicos hablaron largo y tendido sobre temas que a nadie le importaba. Los demás aprovechaban para chatear o boludear por internet. El murmullo de fondo era constante y cada vez mas alto a medida que avanzaba el reloj.
Hasta que nos tocó a nosotras.
Preparamos unas diapositivas color rosa, nos paramos adelante de todo, y empecé a hablar yo primero.
No volaba una mosca.
Todo el curso nos escuchaba atentamente, aunque sabíamos perfectamente que no era mérito del tema interesante que estábamos dando. Yo no podía dejar de sentir la mirada penetrante de Martín (se acuerdan de madurito que no me bancaba?), mientras murmuraba al oído de Horacio sin una cuota de disimulo.
- Bueno chicas, las felicito. - concluyó el profesor. - No solo por el color rosa que le pusieron a esta clase tan masculina, sino por como lograron captar la atención de todos. Hacía años que no los veía a todos escuchar tan atentamente como hoy. La verdad, todo un logro!
Y el resto cerró la clase con un aplauso.
- Buenísimo! Seguro que nos pone una buena nota! - festejó Marianela.
- Y los chicos! ¿Vos viste como nos miraban? - gritó emocionada Yanina.
- A mi no me pone contenta... - sentencié enojada. - No quiero que me aprueben de pajeros que son! Quiero que me escuchen por hacer una lección como la gente, no de babosos! No me gusta...no me gusta!!
Salimos al pasillo en el recreo, y un chico que trabaja en la facu a la noche pero es compañero nuestro a la mañana, vino en seguida a felicitarnos.
- Chicas, excelente la expo!
- ¿Cómo sabés? ¿Escuchaste?
- No, pero todos los que salen del aula no hacen otra cosa que hablar de eso....
Yo me puse mas frenética todavía. ¡Pajeros!. ¿Sería que la sucesión de cosas me hacían poner tan histérica? Primero Facundo, ahora mis compañeros. Pero algo me hizo cambiar de opinión.
- Muy bien Diosa, eh! - me felicitó Martín.
- No me gustó un carajo nada! - me quejé.
- No seas boluda, aprovecha de que estuvimos todos mirando embobados.
- ¿Todos? - pregunté sorprendida.
- Y si...no es para menos... - me guiñó el ojo y se sonrío. Yo me quedé helada. Martín, el tipo que menos soportaba del curso, me estaba tirando los perros! - ¿O no Horacio que estuvieron muy bien?
- Si, aunque podría haber estado mejor, no? - lo miró cómplice.
- Ahh si, tenés razón! - se rió Martín con esa voz que se escucha de acá a Japón.
- ¿Por qué? - pregunté inocente.
- Y...si se ponían a bailar ahí adelante o si en las diapositivas ponían fotitos...ahí te pongo un 10!
- ¿Qué le ponés? - dijo Horacio haciendo uso del doble sentido.
Y la cara de Martín me sacó todas las dudas. Ni rastros quedaban de aquel insoportable del año anterior. Ese día Martín abrió el juego...

..."Mejor ni te digo todo lo que le pongo", concluyó.

viernes, 2 de julio de 2010

Después de la tormenta...

...siempre llega la calma. O al menos eso canta Alejandro Sanz.
Ese lunes, después del sábado de furia que viví, empecé a trabajar en el colegio. Si bien dar clases no era nada nuevo para mi, no pude evitar sentir nerviosismo y adrenalina. Ver la carita de los nenes de primer grado, mirándome espectantes y temerosos, escuchando cada cosa que yo decía, tratando de entender, tratando de aprender. Son emociones que nunca pensé sentir, y sin embargo ahí estaba, parada delante de ellos, con camisolín incluído, intentando dar lo mejor de mi.
Los nenes ya sabían que necesitaban cuadernito verde para computación, y yo les preparé tareas para hacer y luego conseguí juegos didácticos para que usen la PC. Poco a poco fui encontrando el ritmo de trabajo, me fui aprendiendo los nombres de los mas de 100 alumnos que tenía, y encontré paciencia donde creí que no había.
Enseñar en el colegio, fue (y es) para mi, una experiencia que nunca voy a olvidar.

Y también llegó otro cumpleaños de Marianela, aunque ésta vez, sin regalo ni visita de Facundo. Ése sábado fuimos a comer a la casa, y todavía no recuerdo bien el motivo, pero además del grupo de siempre, también había asistido Mauro, el chico de la facultad que me había encerrado en el baño el día del incidente de la billetera.
Me llamó cuando estaba llegando para no perderse, y salí a la puerta con Darío y Romina para esperarlo. Nuestras caras dijeron todo. Cuando vimos llegar al invitado, con jeans rotos, musculosa blanca, pelo mal cortado y una mochila colgada, bien hippie, Darío me dijo que era un espanto, y casi me pega cuando se enteró que me lo había comido. Yo trataba de defenderlo.
Mauro se pasó toda la noche haciendo trucos de magia con un mazo de naipes. Era divertido e inteligente, y a pesar de su desprolijidad, no era para nada feo y, repito, tenía muy buen lomo. Aunque claro, a veces resultaba bastante egocéntrico.
- Bueno, vamos saliendo? - pregunto Marianela después de cortar la torta y de que el CD de Reggaeton que le había grabado, terminara por quinta vez consecutiva.
- Dale, para dónde?
- Y...tenía ganas de ir al bar de la comisaría...¿que les parece?
Asique nos tomamos unos autos y partimos rumbo al bar.
La sorpresa mayor fue, cuando Mauro sacó de su super mochilota la notebook, la abrió y empezó a trabajar en ella.
- ¿Qué hacés? - pregunté casi indignada.
- Estoy de guardia, y recién me avisaron que tengo que solucionar unas cosas en forma remota, asique tengo que trabajar - me contestó mientras apretaba los botones rapidito. La verdad, es que no le creí nada...me sonó puro verso!
- ¿Y Diosa? ¿Qué onda con Mauro? - me preguntó Mari cuando fuimos al baño.
- No sé...me gusta y a la vez no me gusta. O sea, está bueno, pero es muy desprolijo, muy desaliñado...es como que primero lo tunearía un poco, entendes?
- Si, la verdad es que desentona mucho...y mas con la notebook!! - reímos mientras entrábamos en los bañitos privados - Ah, recién me llegó un mensaje de Facundo... - gritó de cubículo a cubículo.
- ¿Y así nomás me lo decís, tonta? ¿Qué te puso?
- "Feliz cumple hija, si después venís para Crow's, tengo un regalo para vos" - con Facundo solíamos hacer la broma de que eramos los padres de Marianela, y teníamos que criarla para llevarla por el mal-camino.
- ¡Vamos a Crow's! - dije entusiasmada.
- ¿No es como ir atrás de él todo el tiempo, Diosa?
- Ay Mari...vos no querés tu regalo? Ok, yo si!!
Salimos del baño y les dijimos al resto que el lugar estaba "re muerto" y que mejor sería ir a Crow's "que se re pone". Los convencimos y fuimos. Obviamente llegamos y ahí estaba Facundo junto con Lautaro, Carlos y Claudio, entre otros.
- Ese era tu regalo! - dije enseguida. - Vamos! - y la agarré del brazo para meternos en la multitud, dejando atrás a Mauro y al resto. - Buenass...!
- Hola! Feliz cumple! - saludó Facundo. - ¿Recién llegan?
- Si, recién, estuvimos en mi casa - dijo Mari. En ese momento pude ver como Lautaro me miraba con cara de pocos amigos. Bah, como siempre. En cambio Claudio y Carlos se acercaron a saludar.
- ¡Tenemos que darle el regalo! - gritaba Claudio mientras Carlos, mas tímido, sonreía. - Bueno, pero ese es tu trabajo...los dejo! - concluyó antes de irse y dejarles el camino armado.
- La nena va a estar contenta. - me dijo Facu.
- Sip, me imaginé que ese era tu regalo cuando vimos el mensaje.
- ¿Asique el finde pasado las corrieron unos pibes?
- Si, no sabés...fue horrible! Pensé que me pasaba lo peor! Una adrenalina total. Por suerte los chicos se re portaron. Más mi amigo, que vino con el auto al toque, bien de superhéroe. - dije remarcando la última parte.
- Les voy a dejar el imán de la remisería en la heladera, asi no caminan mas! - bromeó otra vez con lo de que éramos una familia.
Pero el tiempo pasó volando. Y en seguida se hizo de día.
- Me voy - nos vino a decir Mauro.
- Bueno, chau! - me acerqué a saludarlo, pero me encajó un beso. Por suerte Facundo no estaba cerca. De todos modos, me puse nerviosa, tenía miedo que Lautaro o algún otro me haya visto.
- Quedate tranqui, no te vió nadie. - me tranquilizaba Marianela. - Escuchame Diosa, Carlos quiere ir a otro lado...
- Bueno, andá!! - le contesté entusiasmada.
- No, pero con vos y Facu....
Pero no pude responder, los chicos estaban al lado nuestro.
- ¿Y? ¿Vienen? - preguntó Carlos.
- ¿A dónde? - dije mirando a Facundo. Pero volvió a responder él.
- A darle el regalito a Mari...¿por qué no entregás el departamento, Diosa?
Facundo miró sorprendido. No sabía de la existencia de mi "bulo de estudio", hasta ahora nunca usado con otro fin.
- Porque no tiene la llave! - respondió Marianela.
- Si que la tengo. - interrumpí. Mari me miró con ojos desorbitados, era la última respuesta que esperaba escuchar. Ella no sabía que yo guardaba un juego de llaves secreto...
- Listo! Facu, vamos a buscar tu auto. ¿Dónde lo dejaste? Nos vamos para el depto!
Marianela me seguía mirando sorprendida. Ni ella (ni yo) lográbamos entenderme. ¿Por qué estaba accediendo con tanta naturalidad? ¿Por qué de golpe no me importaba nada? ¿Por qué por primera vez no estaba diciendo que "no"?
Pero todavía faltaban muchas sorpresas.
En la puerta de Crow's me choqué de frente y de lleno con Nicolás, mi ex.
- Hola! - me dijo simpático. Hacía mil que no lo veía. Estaba con el pelo cortísimo y mas flaco que nunca. Lo saludé y charlamos de nuestras actualidades, pero Carlos me apuraba asique lo tuve que despedir.
- Bueno, me alegro verte bien! - le dije.
- Yo también... - me dijo con unsa sonrisa. Nos abrazamos y corrí a juntarme con los demás que se dirigían a la esquina de siempre.
Nos subimos al auto de Facundo y con Mari no dejábamos de mirarnos nerviosas. Claudio nos cargaba divertido y Lautaro me lanzaba miradas fulminantes. Y claro, no era para menos. Él se iba caminando y solo como un perdedor, mientras que lo nuestro era mas que obvio, no?
- Primero tenemos que pasar por un lugar. - dijo Facundo. Encaró para su casa, bajó y cargó provisiones. Volvió con una botella de Vodka de frutilla como pantalla: aunque no lo ví, fue obvio que necesitaban protección y no tenían ninguno de los dos. - ¿Ahora para dónde agarro? - preguntó cuando volvió al auto.
- Andá como para mi casa y yo te explico.
- Ah bueno!! - saltó Carlos. - No sabía que Facu conocía tu casa!!
Ese comentario me sorprendió. Primero porque, que Facundo conociera donde yo vivía no era algo nuevo, ni algo demasiado loco. Y segundo, porque quería decir que ni él, ni nadie de su grupo, sabía todo lo que había pasado en este último tiempo entre nosotros.
Llegamos al departamento y los hice entrar haciendo el menor ruido posible. El miedo que sentía por temor a que nos descubra alguien era terrible. En el edificio todos conocen a mi familia, y todos saben que el departamento está deshabitado, y en caso de que yo lo usara, iba a ser para estudiar. Y no era muy lógico ir a estudiar un domingo a las 6 am con tacos altos y sin ningún libro, no?
Nos sentamos y agarré vasos para probar el Vodka. Charlamos un rato, pero cada vez era mas temprano (o mas tarde), y Marianela tenía que volver a su casa.
- Diosa, puedo llamar un remis desde acá?
Y a pesar de la insistencia de Carlos, Mari llamó y a los 5 minutos, el auto estaba tocando bocina. Ella bajó, y él la siguió hasta abajo.
Me quedé charlando con Facundo en el sillón, y escuchamos que el auto ya se había ido, pero nadie volvió a subir.
- ¡Qué raro! Si Mari se fue, porque Carlos no sube? - pregunté temerosa. Encima que quería pasar desapercibida, hacían las cosas mas escandalosas!
- Capaz se fue con ella... - imaginó Facundo.
- No creo...Mari si se va, se va a la casa - y en ese momento, escuché un ruido detrás de la puerta. Me acerco y la abro: Marianela y Carlos estaban apretando en el pasillo. - ¡¿Pueden entrar?! Si quieren hacer lo que quieran, haganlo adentro que los puede ver cualquiera! - dije mientras los metía a la fuerza adentro. - ¿Y el remis?
- Se fue... - me contestó Mari con una cara que le entendí en seguida...¡¿Cómo se iba a ir!?
- Bueno Diosa...hay habitación acá? - me dijo Carlos parándose adelante de todos con las manos en la cintura. Parecía impaciente.
- Si
- ¿Con cama?
- Si
- Buenísimo. Facu, o la usás vos, o la uso yo! Elegí.
Facundo no lo pensó...

...me agarró de la mano y me llevó a la habitación.