domingo, 6 de noviembre de 2011

Juegos de seducción

- No, no quiero ni siquiera mirarla en bolas a la rubia, está claro? - Yo seguía plantada en la puerta de la habitación mientras adentro, Sergio y mi amiga hacían de lo suyo y Orlando me miraba con cara de pollito que no coge hace 10 años.
- Clarísimo, no la mires. Pero Diosa, no hay otro lugar para que estemos, la casa está toda desarmada. No tengo otra cama ni sillón ni nada. Dale!
- Bueno, vayamos a otro lado o me voy y listo.
- ¿Y nos vamos a quedar con las ganas? - Y diciendo eso se acercó a convencerme de otra manera, de la manera más efectiva que conocía. Cuando empezó a besarme no me quedó otra que dejar la cartera en el piso. Lentamente me sacó una de las remeras que tenía puesta y sin dejarme reaccionar también se sacó la suya. Entonces cuando me di cuenta que era demasiado tarde para escapar, dije mi última voluntad.
- Está bien, pero en cuanto veo algo que no me gusta me voy a la mierda...
Y fuimos hasta la mitad libre de la gigantesca cama mientras el resto de las ropas quedaban en el camino.
Yo no quería apartar la vista de Orlando y no justamente porque quería investigarle los lunares, sino porque no tenía ningún interés en ver a la rubia en bolas. Ya me sobraba con escucharla gemir desesperadamente.
Cuando parecía que todo se estaba cumpliendo según mis reglas, la rubia se fue al baño y Sergio se empezó a aburrir. Y claro, cuando por fin lo miré me di cuenta: la rubia había llegado a su orgasmo número nosecuanto, mientras que él ni siquiera había tenido uno chiquitito...porque justamente, bien chiquitito que era y aparentemente, resistente. 
Orlando se apartó de mi cuerpo para darle lugar a su amigo, y sin dejarme pensar, en un segundo los encontré a ambos dándome placer...¿Y yo pretendía negarme? Definitivamente no.
Sin embargo no me gustó cuando la rubia volvió del baño y entonces el intercambio de parejas se concretó. Traté de ponerle onda pero era más que obvio que Sergio no me movía ni un pelo, y la calentura bajó al subsuelo. Entonces volvimos a intercambiarnos, no había nada mejor que la seguridad del viejo conocido que me gustaba.
Más tarde, le pedí a Orlando que me lleve a mi casa y los dejamos a Sergio y la rubia solos un rato. 
- De esto ni una palabra... 
- No te quepa duda - contesté más segura que nunca. No era algo que iba a andar contando a los 4 vientos. Aunque yo sabía que al día siguiente todos preguntarían, iba a inventar una historia similar pero con varias diferencias. Sabía que si llegaba a decir que Orlando le había dado a la rubia, iba a ser el hazme reír del curso. Quizás lo podía usar como arma de soborno. Quizás.
- Mañana no creo poder ir a Crow's, es el cumple de otra amiga.
- No vengas, mejor. Festeja su cumple la conchuda de Marina, y vos como sos tan bueno capaz le hacés la fiestita también.
- No seas celosa, eso fue para vos nada más.
Y me despedí con un beso antes de bajarme del auto. Mientras la luz del día se colaba entre la ventana me fui corriendo a dormir, todavía quedaba un día del fin de semana de festejos...

 El sábado, Crow's nos esperaba con los brazos abiertos. Y todos los que estaban dentro también. 
Marina seguía fingiendo que todo estaba bien, y Rosa la seguía. Yo ahora ya estaba habilitada para escupirle toda la verdad, pero sin embargo, me parecía que era una carta que debía guardar para jugarla en el momento clave.
De todas maneras yo estaba con las que necesitaba estar: Yani, Mecha y Renata. La lista de invitados se agrandó cuando vimos entrar a Enzo con todos sus amigos, y mi corazón se detuvo cuando vi pasar a Facundo. Cartón lleno. 
- ¿A donde vas a apuntar? - me preguntó Mecha por lo bajo.
- La respuesta es más que obvia. Ahora vengo.
Y me fuí a dar una vuelta por el bar para generar un encuentro para nada casual.
- ¡Feliz cumple! - me dijo Facundo al verme. Y para mi, el resto del mundo se esfumó en esas palabras. Nos pusimos a hablar contra una de las barras mientras el se pedía uno de sus tragos favoritos y yo otro. "Por favor, quiero irme con vos de acá", pensaba. Aunque mi dignidad, orgullo o boludez no me dejaron pronunciar esas palabras.
- Vine con mi compañera del laburo, te acordás? - Obvio que me acordaba, se de memoria todas sus anécdotas. - Trajo a unas amigas a conocer, yo siempre le dije que tenía que venir a Crow's.
- Es mítico este lugar. 
- Por supuesto. Ahora se fueron a dar unas vueltas de esas que dan las minas para ver si enganchan algo...
- Jamás di una de esas vueltas, no se de que me estas hablando... - respondí cómplice.
Facundo me besó. El mejor regalo de cumpleaños, mejor que la fiestita del día anterior, mejor que la notebook que me regaló mi familia, mejor que todo, mejor que nada.
Lo mejor que me podía pasar para poder tragar la sensación que me causó abrir los ojos y ver al ladito nuestro a Yanina transando con Enzo. No, eso tampoco me importaba cuando estaba con mi verdadero amor.
Pero sus amiguitas volvieron. Y Facundo debía llevarlas a sus hogares como amigo responsable. Y yo quedé ahí, en Crow's, con la ganas de tocarlo y que me toque, con las ganas de sentirlo y que me sienta.
- Le voy a mandar un mensaje. - dije y Renata casi me corta la mano.
- ¡No! Se fue, ya está. No va a volver, si hubiera querido se hubiera quedado o te hubiera llevado.
- Pero quiero que sepa que me dejó re calientee!!
- ¿Para qué? Para quedar como una enamorada de mierda? - acotó Mecha. - No le mandes nada.
Entonces volví a guardar el celular. Ahora la situación entre Yani y Enzo molestaba, y mucho.
A su lado, Luis besándose a una piba que desentonaba con su carita linda. Entonces me acerqué y le dije en el oído.
- Sos un bichero! 
Y con una sonrisa me alejé.
En Crow's empezaban a echarnos y entonces fuimos todos juntos, mis amigas y los de Enzo, a la esquina del bar.
- Acá podrían sacar el empedrado, no? - comentó Enzo.
- Lavate la boca antes de bardear a Crow's eh! - contesté en seguida.
- Shhh, callate vos! Que venís acá solo porque vienen tus salamines.
- Te estás ganando todos los números para la piña que estoy rifando Enzo!
- Yo no tengo la culpa si te gustan todos los pito corto!
- Ah cierto, tienen que tenerla grande como vos? Nah, creo que prefiero los pito corto... - contesté por impulso.
- Andá Diosa! - gritó Tincho, otro de sus amigos. - Bien que te gustaría volver a probar ese pito grande, no?
Enzo y yo nos miramos abriendo los ojos y automáticamente miramos a Yani. Mi amiga estaba apenas mas adelante hablando con Renata. ¿Y si había escuchado? Enzo corrió a taparle la boca a Tincho y yo lo putié moviendo solo los labios. 
- ¿Vamos a la remisería de acá a la vuelta? - preguntó Renata. Enzo y Luis se ofrecieron a acompañarnos. Mientras esperábamos que el auto llegara, Enzo se quedó en la puerta con Yanina y Luis se acercó a donde estaba yo.
- ¿Por qué me bardeaste?
- Jaja!! Era horrible esa mina para vos Luis!!
- No seas mala...yo no te bardeo...
- Porque no me como feas!! Bichero!!
- Es que la minita me tiró la cara...
- ¿Te tiró que? 
- La cara...
- ¿Y eso como es?
- Y...algo así...


...y ahí nomás Luis me comió la boca de un beso.

martes, 11 de octubre de 2011

Cuentas claras

El día que Rosa se ofendió conmigo, me di cuenta que era igual a la hermana y por algo llevaban el mismo apellido y la misma sangre.
- Todo bien, pero salieron y no me avisaron.... - me dijo después que se enteró de nuestra comida en la pizzería y posterior ida al bar.
- Es que Rosa, surgió en la facu, en clase. Y justo Flavia me mandó un mensaje que quería salir y no tenía con quién, entonces le dije que se venga...eran las 12 de la noche, re tarde como para avisarte...
Pero yo sabía que los celos de Rosa venían por otro lado, y no porque se había perdido la salida.
- Lo que me da más bronca es que me traten de boluda...
¿Perdón? ¿No era al revés la cosa? No te conviene querida...!!!
- ¿Por?
- Flavia me dijo que estuvo toda la noche con Tomi. Que ni me nombraron, ni se acordó de mi. Y me dijo que él no es para mi!!
Tenía ganas de revolear el teléfono, pero suspiré y le dije que no se preocupara, que entre Flavia y Tomás no había pasado nada.
- Pero Diosa! Algo hay ahí, eso me dijo Flavia, entendés? Me cagaron!! Tomás no me respeta y Flavia es una forra!!!
- Pero Rosa, te digo que no pasó nada. ¿No me crees? Yo estuve todo el tiempo con ellos!!!
Y aunque me costó convencerla, corté la comunicación dejándole como consejo que ni se le ocurriera hacerle ese planteo a mi amigo, si pretendía que entre ellos siguiera pasando algo.
Sin embargo no me escuchó. Al rato recibo una llamada de Tomi.
- ¿Diosa? Rosa está re loca!! Me llamó recién por teléfono!!
- ¿¿Qué??
- Si...me empezó a putear, a decirme que la había cagado, que había estado con Flavia...no se que más cantidad de pelotudeces!!
- Ah pero es una tarada!!! ¡Se lo dije que no lo hiciera! ¿No me escucha cuando hablo? ¿Qué le dijiste vos?
- Le dije que primeramente, no somos nada y que yo soy libre de hacer lo que se me cante el orto sin darle explicaciones a ella. Y segundo, que con Flavia nunca había pasado nada, simplemente compartimos la salida, nada más.
- Estuviste bien, realmente a estas pibas yo no las entiendo...
En los días consecutivos, Rosa se encargó de pedirles disculpas a todos por lo hecho, aunque ya quedó tildada como la conventillera pesada en el grupo de amigos de la facu. Flavia jamás le perdonó que desconfiara así de ella, aunque igual aceptó la tregua. Incluso, esa fue una de las razones por las que, días mas tarde, no quiso venir a mi cumpleaños.

- ¿Qué onda tu cumple Diosa? - me preguntó Mecha sacando la agenda para armar la listita.
Desde chica que mis cumpleaños son todo un acontecimiento. Los espero durante todo el resto del año, y ni se me pasa por la cabeza que pase desapercibido. Siempre trato de tirar la casa por la ventana y que sea un festejo a la altura de las circunstancias. Y el 2010 no iba a ser la excepción.
- Estuve averiguando varios lugares, y Marcelo, mi compañero de la facu, me pasó un dato. Su concuñado puso un bar con karaoke y pool del otro lado de la estación, asíque le pasé lo que pensaba gastar y él me va a armar una listita de cosas que me ofrece.
- Ah genial! ¿Y esto cuando sería? 
- El viernes, porque el sábado es el cumpleaños de Marina, y no tengo interés de compartir festejos con esa.
- ¿Las vas a invitar?
- Si, obvio. A ver si se le cae la cara a alguna de las dos o viene con caretas. 
- Bueno, hagamos la listita entonces...
Y aunque siempre hay algunos que fallan, la convocatoria fue amplia. Llegó el viernes y fui al bar con Emi y Tomi que vinieron a mi casa después de la facu. Mientras comíamos la primer pizza llegó el resto: Yanina, Renata, Yiyo, Marina, Rosa, Marianela y el novio, la rubia, Mecha, Fede y el hermano, Inés y el novio, Laura, Orlando con Sergio y otro amigo, Lucas y algunos chicos más de la facultad.
Casi que me adueñé del karaoke. Canté una canción y después me sumé a los cánticos de mis amigos. Los chicos me regalaron una planchita para el pelo súper moderna. También recibí una cartera y una billetera del resto. Mi cámara explotaba de fotos y videos. Y juro que hice rendir esos frizzé que había comprado. Mezclé todos los colores y las burbujas hicieron efecto.
Estaba hablando con Renata y Yanina cuando de golpe pegué un grito.
- Ah no! La mato!!
- ¿Qué pasó? - preguntaron mis amigas.
- Marina, mirala. Chamuyándose abiertamente al pelotudo de Orlando.
- Bue, no sabés quién chamuya a quién. A mi ese ken barato no me gusta, tampoco me da confianza. - me dijo Renata.
- Como sea, no tiene porque seguirle la corriente. - acotó Yanina.
- Obvio! Es mi cumpleaños, que excusa va a poner la atorranta? Ahora vengo... - dije y dando una vuelta casual, me decidí a pasar por al lado de ellos sin hacerle caso a lo que me decían las chicas. Sin embargo al llegar, Orlando estaba comprando algo en la barra y ella vino a mi encuentro diciendo que se iban porque era tarde. Y aunque era temprano, la saludé y le dije que se vaya a descansar para mañana estar fresquita en su cumpleaños.
- ¿Cómo la estas pasando? - me preguntó el rubio con cara de nada.
- Genial! ¿Vos?
- Bien...estaba pensando que si querés cuando nos vamos podés venir a mi casa. No hay nadie todavía, sigue con albañiles después del incendio, asíque no hay drama.
- ¿Qué te pasa Orli? ¿Me estas invitando a mi porque Marina te dijo que no?
Su cara de golpe se transformó. Estoy segura que no se esperaba esa respuesta.
- Jaja ¿Qué decís Diosa?
- Dale, me vas a decir que recién estaban hablando del clima?
- Pero, ¿qué sabés si yo me quería ir con ella?
- Orlando, creo que ya te lo dije. No me trates como una tarada, porque la cara la tengo, pero no soy ninguna boluda. Yo sé todo, solo que a veces no digo nada para evitar quilombos.
- No te voy a negar que nunca pasó nada entre nosotros, pero tampoco es lo que te imaginas Diosa. Te juro que no le dije nada recién.
Por dentro festejé. Orlando me acababa de dar la chance de poder asumir que sabía lo que pasó entre ellos sin hundir a Tomi.
- Mirá, te doy un consejo. Tené cuidado. Esta mina no es lo que parece, y yo te conozco y se que hay cosas que no te van. Y esta mina es justamente el estereotipo de lo que vos no te bancarías.
- ¿Y vos como sabés lo que yo no me banco?
- Porque me lo decís todo el tiempo. 
- Yo solamente te digo que no me banco que cuentes lo que pasa entre nosotros. Nada más. A mi me gusta estar con vos, ya te lo dije. Sino no te estaría proponiendo nada ahora. Pero me saca que al otro día lo sepan todos.
- ¿Todos? Solicitada en el diario no saqué eh! Si alguien se entera es sencillamente porque son testigos de la situación, o porque son mis amigos, me preguntan y les digo. Te repito: yo no tengo nada que ocultar.
- Yo tampoco. Diosa, escuchame: yo a vos te quiero un montón...
- Sisi, ahora mentime...total yo vuelvo a caer! - lo interrumpí irónica.
- En serio te digo. No seas testaruda. Sos re buena mina, y como amiga yo te quiero. ¿Por qué no podemos intentar llevarnos bien?
- ¿Y que sería llevarnos bien?
- Hacer una tregua. Ser amigos, y cuando nos queremos dar, nos damos. Punto. Sin pelearnos todo el tiempo y sin que se entere media facultad.
- Entonces yo quiero una cláusula en esa tregua. Si vos querés que yo cierre la boca, vos prometeme que no vas a estar con ninguna amiga mía nunca mas y listo.
- Jajaja! No te puedo prometer eso.
- Entonces no hay tregua! La puta madre...tenés toda zona sur para levantarte...¿tenés que fijarte necesariamente en mis amigas?
- ¿Y que problema tenés que me meta con ellas? Ellas también se meten conmigo aparte. 
- Si, pero eso dejame que lo arregle yo con ellas. Vos colaborá con tu parte.
- Pero no entiendo...¿te ponés celosa? Diosa, te hago una pregunta: ¿vos estás enamorada de mi?
"Ah bue, nos fuimos al pasto!", pensé.
- ¡No! Ni cerca... No te niego que me gustas, pero de ahí a enamorada hay una larga distancia.
- Y bueno, entonces puedo hacer lo que quiera!
- No!! Me molesta de sobremanera que te metas con mis amigas!!! Orlando la puta madre!!! - empecé a gritar ya cansada de discutir siempre lo mismo.
- Bueno, no volvamos a pelear como siempre. Hoy es tu cumple y quiero festejar con vos. - me dijo agarrándome de la cintura. - ¿Me dejás? - y ahí nomás me dió un beso. Si, por primera vez me besó en un lugar donde había amigos nuestros. Aunque creo que nadie llegó a verlo.
Y ante semejante gesto viniendo de él, no pude resistirme.
Ya a la mañana, salimos del bar y los pocos que habíamos aguantado hasta esa hora, nos distribuimos en los autos de Tomi y Orlando. Fue ahí cuando acepté su propuesta y me di cuenta que no éramos los únicos que íbamos a pasarla bien a su casa. La rubia había agarrado viaje con Sergio.
Llegamos. Yo estaba nerviosa. La rubia relajadísima. Orlando y Sergio felices. 
- Pasen. - dijo Orlando abriendo la puerta de la habitación de sus padres. Había una cama enorme en el centro de la habitación, y una tele que bajaba del techo. Imponente.
De golpe me detuve en la puerta.
- Dale, entrá. - me dijo.
- No. ¿No van a estar ellos acá?
- Si, pero que tiene? Nosotros también.
- ¿Qué?
- Si, la cama es grande, no pasa nada.
- Orlando... me estás diciendo que estemos los cuatro en la misma cama??
- Si, dale... ¿no te animás? - me respondió mostrando esa sonrisa colgate que manipula a la perfección...

...y de golpe, me encontré en un debate a todo o nada.

domingo, 11 de septiembre de 2011

Tratame suavemente

Cuando me enteré que a Orlando se le había prendido fuego la casa, ni siquiera me sorprendí. Las cosas mas insólitas le pasan a él. ¿Cómo era que todavía no había ninguna tragedia en su anecdotario?
Resulta que la madre se fue a dormir, y la almohada eléctrica que quedó apoyada en el sillón, hizo un cortocircuito y se prendió fuego con sillón y todo. Por suerte se dieron cuenta y pudieron apagarlo antes de que se consumiera toda la casa, pero el humo destruyó varias cosas y Orlando hizo destruir varias otras que andaban mal y poder cobrar el seguro. Incluso su loro.
- El veterinario dice que tiene un estrés postraumático. No habla, está duro todo el día. ¡Tiene las plumas paradas! - nos contó.
Pero lo más increíble de la historia del fuego, viene después de dicho acontecimiento. A consecuencia de las "destrucciones", la casa debía ser pintada, reparada, arreglada. Entonces para no estar en el medio de los albañiles y el desastre que era la casa, decidieron mudarse por los dos meses que la misma estuviera en reparaciones.
- ¿Y a dónde se van Orla? - preguntó Tomi muy preocupado.
- A un departamento que van a alquilar mis viejos en Puerto Madero.
Emi y yo abrimos los ojos como huevos fritos. Si a mi se me incendia la casa voy a parar a la villa 31. Pero Orlando era puro glamour, y para sobrellevar semejante tragedia, debía ir al barrio más top de Buenos Aires.
Sin embargo, a todos nos vino al pelo cuando llegó su cumpleaños. El departamento alquilado tenía SUM propio y quedaba a la vueltita de Asia de Cuba. Ideal para un gran festejo.
Por eso ni daba hacerme la linda o la ofendida y negarme a asistir a tal evento. Por el contrario, pedí turno a la peluquería y me estrené una remerita que me habían regalado mis alumnos días antes por el día del maestro.
Fuimos con Yani y Emi en el auto de Tomi, y caímos cuando todos sus amigos habían llegado, asíque nos anexaron una mesa en una de las puntas. 
Con Yani nos pusimos a hablar con el chico que nos había tocado sentado al lado, ya que nos pasaba la comida y la bebida que no alcanzábamos y preparaba fernet en botella. Si si, fernet en una botella de plástico...se les fue el glamour por la costanera.
- Diosa, para vos compré vino. - me dijo Orlando. - Me acordé que no te gusta el fernet y compré dos botellas con algunos Speed.
- Ayy, que divino!! Gracias!!
Y aunque tenía ganas de matarlo, me bajé la botella sorbito a sorbito. Había que aprovechar.
¿Y que les puedo contar de lo que vino después? Fuimos al boliche caminando mientras nos sacábamos fotos en el puente de la mujer (si, muy campestre lo nuestro). Entramos sin hacer cola, porque resulta que su cuñado es amigo de nosequién. Y lo que pasó ahí adentro ya es otro tema. Recuerdo que hasta en un momento terminé dándole conjuntamente con Yani, un beso a Sergio, el amigo de Orlando al que mi amiga le daba en los cumpleaños. 
Pero lo mejor de todo fue cuando disimuladamente me fui a un rincón con amigo-alcanza-botellas a chapar lo más tranquila posible y no va que un grupo de pibes se agarran a piñas justito al lado nuestro. Ahí nomás, donde fueron todos los patovicas y a dónde todo el mundo miraba. De más está decir que Orlando y su sonrisa colgate nos encontraron al instante. 
Y si, le estaba dando más de despecho que de gusto. Pero no podía admitirlo, sería otorgarle demasiada importancia a alguien que no la merecía. De más está decir que él ni se inquietó, no vino llorando a pedir perdón ni se enojó con su amigo. Eso no importaba. Al menos ahora no disfrutaba solamente él.
Al día siguiente, fotos en facebook de por medio, el amigo me agregó al msn, y me ofreció su departamento, en el que vive solo, para hacer previa con amigas cuando quiera.
A pesar de que la idea era genial, tampoco era lo que yo quería. Mi plan parecía haber fracasado, las cosas seguían igual de mal: la única angustiada en la historia era yo.
Pero yo sabía que siempre hay revancha. Y me iba a encargar de que así fuera.
A las dos semanas, fuimos a la pizzería de mi compañero Nahuel después de la facu. Llamé a Renata y a Flavia para que se sumaran y cuando la pizzería cerró, nos quedamos adentro con la persiana baja, saqueándole la heladera de bebidas. Y mas tarde, aparecimos en un bar cercano. ¿Quién estaba? Si, Orlando con su amigo Sergio.
Seguimos tomando entre baile y baile. A esta altura de los acontecimientos, yo ya entendía cada movimiento y mirada que el rubio hacía. Puedo decodificar cuando su pose es actuada o cuando está relajado. Logro entender si esta en actitud de caza o no, y esa noche, Orlando estaba en celo. 
Sin embargo, no me dijo nada en toda la noche. A pesar de los roces y conversaciones al oído, no hubo ningún tipo de invitación. 
Ya a la mañana, nos separamos en los autos para ir a casa. Orlando me llevó junto con Sergio y Flavia, y luego de dejar a mi amiga, empezó a tirar algunos de sus típicos palos. Y yo los esquivé todos. 
Bajé primero yo, y él siguió viaje con Sergio. Pero ya dentro de mi casa y a punto de irme a acostar, se volvió a repetir esa escena que ya me sabía de memoria. Mi celular sonaba mostrando su nombre en la pantalla. Dudé, pero atendí.
- ¿Hola?
- Hola, Diosa.
- ¿Qué pasa Orla?
- ¿Te vas a dormir ya?
- ¿Y qué te parece?
- Ah, no sé...capaz querías que te pase a buscar...
- ¿Ahora? No...
- ¿Por? ¿No querés ir al departamento o algún lado? Así estamos un rato...digo, la pasamos bien, no?
- No, la verdad que no es momento, ni hora, ni nada. Te hubieras acordado antes.
- ¿Antes? ¿Cuándo?
- ¡Antes! Antes de dejarme en mi casa por ejemplo, antes en el boliche...Pero no, adelante del resto está prohibido, no?
- Sabes que no me gusta que esté todo el mundo en el medio. Además si están mis amigos, me da vergüenza.
- Sii, me imagino!
- En serio. Dale, ¿Te paso a buscar?
- No, te dije que no. Y sabés que cuando te digo que no, es no!! No insistas...
- Bueno, está bien. Que conste que la mala sos vos.
- Yo no soy mala, pero hay ciertas cosas que no me gustan y por ende no voy a aceptar. 
- Okey, la próxima entonces...
- La próxima veremos...
Y corté con la plena satisfacción de haberlo rechazado. De haberlo tenido de nuevo al pie como yo quería, y decir NO. Seguramente nunca entendería que lo que yo quería demostrarle era que necesitaba un poco mas de respeto. Que me valore más, que se diera cuenta que había cosas que no me gustaban. Orlando nunca me iba a entender, y probablemente yo nunca lo entendería a él. Y sin embargo nos buscamos todo el tiempo. Sin embargo me gusta, hay piel. Y estaba más que segura que habría próxima vez...

...lo que no sabía era que sería como fue.

martes, 23 de agosto de 2011

Sand in my shoes

A pesar de mis ganas, Enzo siguió insistiendo con Yanina. Y ella lo siguió boludeando. 
- Me manda mensajes de texto para calentarme. O al menos eso intenta. - me contó mi amiga.
- ¿Posta? - pregunté un poco sorprendida. - ¿Qué te pone?
- Boludeces...tipo "lo que haría si me tuviera cerca" o "lo que va a hacerme cuando nos veamos". Igual, yo se que es puro chamuyo.
- Si, puede ser...
Entonces Yanina aceptó la invitación de Enzo para almorzar juntos en algún lugar de comidas rápidas del centro. 
- Nah, es un boludo a cuerda. Me habló de pelotudeces, se hizo el tierno contándome de lo linda que es la sobrinita, y demás giladas.
- ¿La pasaste mal entonces?
- Nah, aburrir no me aburrí...pero viste, le falta. A mi me gustan otras cosas...
- ¿Y no pasó nada?
- Cuando llegamos a la esquina que nos separamos para ir cada uno a su laburo, me dió un beso. Pero besa mal.
- Si, es verdad.
- Ah, cierto! - respondió casi como si habría olvidado la historia que Enzo y yo vivimos. La sabía a medias, pero la sabía.
Pero el que no se la olvidaba era Enzo. Hasta casi con un poco de culpa entre líneas, me firmó el muro del facebook con un comentario sobre lo linda que estaba en mi foto de perfil.
Pero yo no le respondí.
Al día siguiente, me escribió en el msn

Enzo dice:
tengo que suponer que estas enojada conmigo?

Pero tampoco le respondí.
La realidad era que no sabía que hacer.
- Me parece que no tenés que darle importancia. - me aconsejó Mecha. - O sea, no lo ignores, pero tampoco le des bola.
- Lo hace a propósito.
- ¡Obvio! Conociéndolo, lo hace para no desaparecer. Pero si te hacés la ofendida después le das motivos para que diga que sos una pendeja.
Entonces al otro día le hablé yo.

LaDiosa dice:
ayer no te contesté porque no estaba, cuando vine ya te habías ido
Enzo dice:
Ah, pensé que estabas enojada conmigo.
LaDiosa dice:
nah, no tengo motivos, no?
Enzo dice:
no sé, es que no me contestaste lo que te puse en el muro.
LaDiosa:
si, estaba buscando otra foto para cambiarla...si para vos está buena me da desconfianza jaja.

Como también me daban desconfianza los acontecimientos que sucedían entre Yanina y él.
- Ayer me pasó a buscar por la puerta de la oficina.
- Yani, me parece que esto ya se está yendo de tema. ¿Vas a poder manejarlo?
- Supongo. Me esperó con un chocolate. Pero lo peor de todo sabés que fue? ¡¡Me dijo "Te quiero"!!
- ¿¿Qué??
- Siiii!!! Jajaja!! Casi le largo una carcajada ahí mismo!! Yo igual no le creo, él se quiere hacer el osito cariñoso y le queda horrible!!
- No creo que lo diga por decir Yani...
- ¿Es que sabés que es lo más extraño? Que nunca me dice de salir, no me dice de vernos el finde, nada... ¿No quiere ponerla?
- No sé...ya te dije, debe de querer ir despacio. Que no pasé como la otra vez.
- Si, pero me voy a cansar Diosa. Yo le voy a tirar algún palito...
Pero en el camino, Yanina se distrajo. Un amigo de Víctor, su compañero de trabajo que la tenía loca, se le tiró directamente y sin rodeos. Y Yani aprovechó.
- Voy a salir con Javi.
- ¿Qué? Yani, estás loca...
- No! Si Víctor no me da bola yo voy a hacer la mía. Que él se vaya con la puta de la colorada...
- Pero Javier y Víctor son amigos! No podés buscarte otro?
- Justamente... No solo acepté porque me gusta, sino porque son amigos...¡¡Diosa, no entendés nada!!
Tenía razón, a esa altura yo ya no entendía nada, y menos a ella.
Se encontraron en algún lugar de Capital y directamente y sin rodeos terminaron en un telo pagando un turno en una habitación temática.
Pero el finde hot de Yani no terminó ahí. Al otro día se juntó con un tipo de la facultad a estudiar, y terminó teniendo sexo con él en el auto.
- ¡Diosa, no te cases antes de cogerte un viejo, yo se lo que te digo!
- ¿Cuántos años tiene éste?
- 38. Fue terrible...te juro.
Entonces vino Martín a mi mente, y las ganas truncas de mi historia con él. Y no pude hacer otra cosa que envidiar sanamente a mi amiga por poder hacer todo lo que tenía ganas de hacer sin miramientos o prohibiciones. Si bien teníamos muchas cosas en común, éstas eran las que nos diferenciaban. Yanina va al frente, no se reprime, hace lo que tiene ganas sin pensarlo demasiado. Y aunque no siempre hace lo correcto, jamás se queda con las ganas.
Yo en cambio ahí estaba, pensando en las cosas que hubiera hecho si sería como ella. Hubiera aceptado la propuesta de Martín. Hubiera hecho más cosas con Orlando. Mi relación con Enzo sería distinta. Y probablemente hubiera tenido momentos más íntimos con Facundo.
Pero yo era ésta, muy La Diosa. La que pensaba demasiado las cosas y muchas veces se inclinaba más por el "deber" que por el "querer".

Y luego empezó el segundo cuatrimestre de cuarto año. Para no perder la costumbre, el primer viernes salimos a cenar.  Fuimos Tomi, Mati, Orlando, Yanina y yo. Y ya que estábamos invitamos a Rosa y a Marina. Pedimos unas pizzas y comimos de lo lindo!
- Chicos, los podemos cambiar de mesa? No les molesta sentarse en los sillones? Van a estar más cómodos. - nos preguntó la mesera de siempre.
- No, dale! Yo aprovecho y me hago una escapada al baño. - comenté y el resto de las chicas se sumaron conmigo.
- Che, a este rubio no lo conocía!! - comentó Marina entusiasmada ya adentro del baño. 
- Es Orlando, yo te conté todo lo que pasó con él... Es el de la moto, el del departamento, el del pedo...etc., etc., etc.!!!
- Ahhhh!!! ¿Éste es? ¡¡Está re bueno!! - comentó excitada. Yo pude entender su emoción entré líneas y preferí prevenir.
- Si, es él. Asíque ya saben chicas: Orlando se mira y no se toca!!! Ok??
- ¡Obvio Diosa! - me respondío Rosa. Marina no dijo nada. - Aparte yo tengo ojos para Tomi nada mas...
- Ahhhhhhh!!! - la cargamos todas.
- Bueno, pero el que avisa no traiciona. - dije para asegurarme que estuvieran avisadas. No temía por Rosa, sabía que ella se moría por Tomi. Pero no me pasaba lo mismo con Marina. 
Volvimos a la mesa y seguimos por el postre mientras sacábamos fotos. Al terminar, decidimos ir a Crow's a bailar un rato.
Si bien a veces me pongo en negadora, pude sentir como Marina coqueteaba con Orlando. Y a él que le cuesta poco, también enganchaba el jueguito de seducción. "Son tus fantasmas Diosa", me repetía por dentro para tranquilizarme. "Además, Orlando es libre de hacer lo que quiera, dejalo en paz". Pero sin embargo, el instinto de defender lo que alguna vez fue mio, me brotaba por los poros. Si quería, que se levante a cualquier minita del boliche, pero de nuevo una amiga mia, no.
Y no tarde demasiado en confirmas mis sospechas. No sólo al día siguiente Marina ya había agregado al facebook a Orlando y había subido todas las fotos que nos habíamos sacado en la cena, comentándolas directamente para "Orli", sino que Yanina me dio la primicia.
- Te lo cuento, para que estes alerta. Pero prometí no decir nada, asique cerrá el culo. - me advirtió.
- Obvio Yani!! Decime ya que pasó!
- Ayer después de dejarte en tu casa, cuando Orlando me llevaba a la mia, me contó que Marina le mandó mensajes por facebook.
- ¿Qué?
- Si. Dice que él se sorprendió, pero que le mandó palos onda invitación para organizar algo los cuatro.
- Y los cuatro serían...
- Rosa, Tomi, Marina y él.
- No te la puedo creer!!! ¡¡¡Que pendeja turra!!!
- Por eso te lo cuento, para que estés prevenida de que esta minita no es de fiar. Pero no le digas nada, porque supuestamente no sabe nadie.
- No te preocupes, no digo nada. Además, quiero probarla, ver hasta dónde es capaz de llegar jugando por atrás. ¡Qué yegua!
Mis presentimientos, nuevamente me daban la razón. Debía estar mas atenta que nunca. Y para eso tenía un grupo de amigos que estaban de mi lado de verdad.
Dos domingos después, mientras estaba en el departamento con Tomi y Emi trabajando en el proyecto del colegio, me enteré de la siguiente noticia.
- Diosa... Tengo algo para contarte.
- ¿Qué pasó? - cuando levanté la vista para mirar a Tomi, me di cuenta que no era una buena noticia.
- Viste que anoche salí? Fui a Crow's. Y vi algo que aunque prometí que lo iba a callar, vos sos mi amiga y no puedo ocultarte algo que sé que es para tu bien.
- Te agradezco, pero dejá el suspenso! Igual presiento por dónde viene la mano. ¿Qué viste?
- Yo me encontré con Rosa. Y estaba Marina también. Aunque nunca la vi llegar, solo la crucé cuando salimos de Crow's y ella estaba en el auto de Orlando. O sea, no los vi haciendo nada, pero si estaba en el auto con él a esa hora, no creo que estuvieran hablando del clima.
- ...yo sabía... - atiné a decir con el poco de voz que me salió. - Gracias por contarme.
- Es que después yo las llevé a las dos a sus casas y Marina me pidió que no te contara nada. Y yo al principio no lo iba a hacer para que no te enojes, pero después pensé que a vos te gustaría saberlo y vos sos más amiga mia que Marina e incluso Orlando, asíque te lo dije. Pero eso sí, no le digas nada a nadie, prometemelo.
- ¿Por?
- Porque si ella es turra yo no quiero serlo, no quiero quedar como un chismoso ni pelearme con Orlando. Por favor, juramelo. ¡Qué no se te escape!
- Está bien, voy a hacer de cuenta que no se nada de nada, no te preocupes. Pero Marina es una turra y Rosa una pelotuda.
- Rosa no tiene nada que ver, ella trataba de hacerla entrar en razón. Le decía todo el tiempo que ella no quería pelearse con vos por culpa de las cagadas que se mandaba ella.
- Puede ser, pero por ahora es cómplice, asique también perdió mi respeto.
Esa noche, ya sola en mi cama, me puse a pensar tranquila en la situación que debía enfrentar. Por un lado, la bronca contenida por no poder gritarle en la cara a Marina que me había traicionado. Tampoco podía contarle a nadie más lo sucedido, porque así se lo había prometido a Tomi y si él había sido bueno conmigo no quería fallarle. Por otro lado, Orlando jamás entendío que hay ciertos códigos que no se deben romper. Habiendo 3 millones de mujeres, él seguía metiéndose con mis amigas.
Pero lo más difícil de todo, era tener que seguir viendolos a los dos como si nada de todo eso hubiera pasado. Sin ni siquiera saber si algo más pasaría entre ellos.
Aunque de algo sí estaba segura...

...la venganza sería terrible.

martes, 9 de agosto de 2011

Y esta lástima lastima

- Diosa, ¿a qué hora salís hoy? - me preguntó mi jefe.
- A las 15.30. ¿Qué necesita?
Horacio es un hombre bueno, pero muchas veces está de mal humor a causa de los constantes problemas que le trae el colegio. "Es un amarrete", se quejan algunos. "Ya está viejo", dicen otros. "Es un simple profesor de educación física", se animan los osados. Yo solo pienso que él hace lo que puede.
- La contadora que tenemos acá, me aconsejó mandar a hacer un programa para facturar cuotas. Y le pregunté a Fede y me dijo que vos hacés esas cosas.
Fede había empezado a trabajar en el colegio gracias a mi recomendación cuando decidieron echar al antiguo técnico.
- Si, es verdad. Tendría que contarme con mayor detalle de que se trata y si lo puedo hacer armo un presupuesto.
Horacio organizó una reunión con la contadora y el personal administrativo para que yo conozca lo que necesitaban.
- ¿Qué les parece la idea? - terminé de contar mientras Tomi y Emi me escuchaban atentamente.
- ¡Genial! ¿Te imaginás en un futuro no muy lejano armando nuestra propia empresita haciendo proyectos grosos? - soñaba Tomi.
- No estaría nada mal. - opinó con una sonrisa Emi.
Y así fue como nos embarcamos en nuestro primer proyecto como verdaderos analistas de sistemas que aspirábamos a hacer.
Nos juntábamos sábados o domingos en mi departamento con una buena cantidad de comida para trabajar todo el día.
- Diosa... - frenaba Emi de pronto. - Café!
Y yo dejaba lo que estaba haciendo para preparar la abundante merienda con los tazones de café, facturas, galletitas y/o tortas y dejar de lado las notebook durante un rato.
Pero no tuvimos en cuenta que el proyecto se iba a extender tanto y que íbamos a invertir todos los fines de semana de todo el año en nuestro "ingreso extra".
Fue así como un sábado cualquiera de ese año, el misterio de la Diosa se vio amenazado.
- Che, ¿Dónde dejaste anotado las correcciones del finde pasado? - me preguntó Tomi mientras yo estaba en la cocina batiendo el café instantáneo.
- En el cuaderno de hojas de colores. Agarralo. Está en mi bolso.
- ¿Y esto? ¿La lista del almacén? ¿Qué hacen nuestros nombres escritos acá? "Ida a Crow's" "Facundo discute con Débora" ¿Qué es todo esto Diosa?
Y de pronto dejé de batir. ¿Cómo había sido tan tonta como para descuidar semejante prueba de mi secreto?
- No es nada. - respondí tratando de sonar lo mas natural posible mientras salía de la cocina. - Dejalo, yo lo busco.
- ¿Tanta amnesia tenés que anotás todo lo que nos pasa? "Cena después de la facu" - continuaba leyendo. - ¿Qué es esto?
- ¡A ver! - se entusiasmó Emi.
- Dámelo!! - casi grito sacándoselo de la mano. - Es mío, no san chusmas.
- Es que no es normal que anotes todo. ¿Tenés algo? ¿Se lo mostrás a alguien?
- ¡No! Es una cosa mía...¡Qué les importa! - y mientras mentalmente trataba de buscar alguna excusa, ninguna era demasiado convincente como para decirla.
- Es que no es normal. - dijo Emi. - Aparte aparecen nuestros nombres...nos da miedo!
- ¡Ay que exagerado! No es nada...son cosas que escribo
- ¿Brujería? - Preguntó Tomi y ya era demasiado tarde como para inventar nada. Tampoco quería que piensen mal de mí.
- ¿Estás loco? No. Escribo. ¡Punto!
- ¿Un diario? ¿Un libro?
- Algo así... Tengo un blog.
- Hay que estar al pedo eh!
- Es mi catarsis Tomi...
- ¿Escribís tu vida? ¿Y sobre nosotros?
- Si Emi, y hay gente que me sigue, que le gusta. Y a mi me hace feliz!
- ¿Nos mostrás?
- Ni loca. Quiero que sea un secreto. ¿Puedo contar con ustedes para que no se lo cuenten a nadie?
- Obvio Diosa. De nosotros no va a salir.
- Gracias! De verdad es importante para mi mantenerlo oculto. 
- Igual me da intriga! - acotó Emi.
Los chicos me hicieron mas preguntas sobre el blog y algunas cosas les conté, pero la mayoría preferí mantenerlas en secreto.
Sin embargo, ese sábado me quebré.
Llegó el cumpleaños de Facundo e inevitablemente tuve muchas ganas de estar presente y saludarlo. Le mandé un mensaje lo más original que pude, con estilos de letras aprovechando que ambos teníamos el mismo modelo de celular. Me contestó que le había gustado mucho, y que a la noche me diera una vuelta por Crow's para brindar.
Como casualmente mis amigas también querían ir, allá me encontraba, parada junto a una de las barras viéndolo entrar con sus nuevas amigas de facultad.
- Feliz cumple Facu! - le dije cuando lo tuve frente a mi.
- Gracias Diosa. - me contestó mirándome a los ojos mientras la pesada esa que le tiene ganas me miraba con desconfianza. - Estamos en aquella punta, abajo del toldo...venite y tomamos un tequila, te parece?
- Dale, en un rato voy.
Pero no fui ni volví a pasar cerca de él. Traté de hacer la mía junto a mis amigas y hasta me atreví a hacer algo que no sucedía desde mucho tiempo: hablar con desconocidos, contestarle a aquellos que te vienen a chamuyar sin mostrar los colmillos, ser agradable y entablar una conversación, bailar o tomar algo. Y me divertí mucho.
- ¿Por qué no quisiste ir con él? - me preguntó después Emi.
- No daba, estaba con su grupo de gente, yo no encajo ahí.
- Pero si me dijiste que te invitó.
- Igual Emi, ya fue. Es hora que me saque a Facundo de la cabeza y por suerte lo estoy logrando. ¿Y sabés que? El blog tiene mucho que ver en esto. Contar lo que me pasa, lo que siento, lo que viví...plasmarlo en palabras y que gente totalmente objetiva lo lea y opine, te diría que hasta me da fuerzas. Me hace darle otra perspectiva a las cosas. Tomar distancia, ser más realista.
- Bueno, me alegro que te sirva tanto!
- No exagero. Es como si leyera mi vida en tercera persona, y por dentro opinara "Que boluda esta mina, no se da cuenta que este flaco no la quiere?". El problema es que soy muy orgullosa como para admitirlo.
Entonces me fui del bar sola, sin ni siquiera saludarlo mientras veía como la flaquita se le colgaba del cuello borracha y ridícula. "Yo tengo más estilo con el alcohol, nunca necesité revolcarme así", pensaba embroncada.
Por otro lado, a Emi le dio mucha curiosidad el tema del blog y a esta altura el secreto me pesaba demasiado como para no compartirlo con nadie asíque lo dejé leerlo. Sabía que ya no habrían mas secretos con él, pero sin embargo confiaba en su amistad asíque le pasé el link con la condición de que empezara desde el principio. Por suerte sus críticas fueron buenas. 
- Contame, qué pasó el sábado? Lo viste a Facundo? - me preguntó Yanina el lunes posterior en el medio de la clase de electromagnetismo.
- Si, pero nada. Lo saludé nada más.
- ¿Por? 
- Ya está Yani, no da para más. Y si no da, no hay que forzarlo. Las cosas se terminaron y creo que esta vez es definitivo. Va a ser lo mejor para mí.
- Si, yo siempre te dije que ese chico es muy raro. Pero se cuánto te moviliza a vos, asíque lo veo difícil que puedas hacer el borrón así de fácil. - Mi amiga tenía razón, sin embargo desconocía de mi nuevo mecanismo para hacerle frente a la realidad. 
- ¿Vos? ¿Alguna novedad del finde? 
- Si, hablé con Enzo. Quedamos en salir mañana cuando salgo del laburo.
Mis ojos volvieron a abrirse de par en par. Las idas y vueltas de esta historia no dejaban de sorprenderme nunca.
- ¿Para? No entiendo que buscas Yani...
- Nada. Encima me enteré que mi compañero del laburo, Víctor, sale con una colorada!! No sabés como me puse!! Nos peleamos re fuerte, nos dijimos de todo.
- A ver si entiendo...te peleaste con Víctor y arreglaste para salir con Enzo? ¿Lo estás haciendo por despecho Yani?
- Jajaja! Algo así. Busqué a alguno y el primero que apareció en la lista fue él, siempre está predispuesto.
- Pero a Enzo no te lo sacás de encima fácil...
- Si, ya sé. Pero bueno, es lo que hay.
Y por dentro pensaba que siempre iba a ser "lo que hay", porque Enzo siempre iba a estar para ella. Y a pesar de todo lo que había pasado entre nosotros, a mi me daba pena que Yanina lo usara, porque conocía mejor que nadie sus sentimientos verdaderos, bien diferentes a los de mi amiga. 
Pero al día siguiente Yanina entró al aula como todos los días.
- ¿No fuiste a verte con Enzo?
- Nah, no quería tener la falta asíque lo cancelé hace un rato.
Me mordí el labio y me sonreí por las travesuras que hacía, con tranquilidad porque no se había concretado el encuentro pero con bronca por la manera en que ella lo boludeaba. Porque a pesar de saber que Enzo se lo merecía...

...era inevitable que me doliera su dolor.

lunes, 1 de agosto de 2011

Divina verdad

- No me da mas la cabeza, te juro! - decía con el hilo de voz que me quedaba. Faltaban horas para dar el final que me separaba del título de Analista en Sistemas.
- Es el último esfuerzo, dale! - me incentivaban todos.
- El primero o el último, te juro que no me entra ni medio renglón más en mi disco rígido. Estoy agotada. Encima este tema de mierda que tengo que estudiar!!! Jamás lo voy a usar.
Estaba al borde de un colapso nervioso. Fuera de joda. 
Pero allá me encontraba. Parada adelante de la puerta que me separaba de la gloria o el infierno mismo. 
- Buenas noches señorita, ¿Cómo le va tanto tiempo?
- ¿Qué tal profe? Acá estoy, vengo a dar el final que me quedó pendiente en Marzo.
- ¿Está segura?
- Siempre. - mentí. El gordito ayudante de cátedra se reía mientras seguía buscando en You Tube videos de un auto que quería comprarse.
- Bueno, cuando quieras me avisas y te tomo. Tenés la suerte, o la desgracia, de ser la única que se presenta. Asíque como estoy aburrido te puedo tomar bastantes cosas.
- Ah...genial, jeje.
Me senté en un banco a leer por enésima vez los apuntes que tan prolijamente había subrayado con marcadores de diferentes colores y que tenían anotaciones en lápiz por todos los márgenes. Todavía me seguían llegando mensajes de texto de todos mis amigos deseándome suerte. ¡Un milagro necesitaba!
- Bueno, ¿por qué no va viniendo que no me quiero ir a la madrugada? Déle...me imagino que Roberto le dio varias clases, no? - me dijo el profesor y ahí mismo recordé que ellos se hablaban bastante. ¿Le habría dado alguna recomendación? Ser ayudante de un profesor que hacía años que trabajaba en la facultad, me había dado varias ventajas en la carrera. Quizás esta era una de esas veces.
- No, él no me ayuda en estas cosas. 
- Ya lo creo. Bueno, empecemos. ¿Sobre que me querés hablar?
- Estoy tan nerviosa que de nada! Jaja! Mejor pregúnteme usted.
- Está bien...contame a ver, ¿para que se utiliza el patrón de diseño de software Facade?
Y ahí empecé a decirle. Admito que los nervios me jugaron una mala pasada y varias veces me trabé, pero pude resolverlo explicándolo con mis propias palabras...poco profesionales, pero las únicas que encontré.
- Yo ya me cansé. ¿Vos? ¿Querés tomarle algo? - le dijo después de la tercer pregunta al ayudante de cátedra. Yo rezaba para que respondiera que no.
- Si. - ¡Pero la put...! - A ver...¿qué te puedo preguntar? ¡Ah! ¡Ya sé! Hablame sobre la persistencia.
Persistencia me hacía falta a mi! Pero por suerte esa me la sabía de pe a pa. Y ahí nomás el gordito también se cansó y me dijo que juntara mis cosas y le diera la libreta.
Deliberaron un rato la nota, y entre los murmullos pude entender que uno quería ponerme un puntito más que el otro. Me acerqué despacio con la cartera al hombro. El profesor extendió la mano y al mismo tiempo que me daba la libreta me saludó con una sonrisa. 
No me dieron los pies para salir de aula y abrazarme con el primero que encontré en el pasillo, que por suerte era el hermano de Rosa y Marina. 
- ¿Y? ¿Cómo te fue?
- No sé!
- ¿Cómo que no? Fíjate!!
Y ahí nomás vi el glorioso 8 que me habían puesto. Estaba chocha de la vida! Llamé a mi mamá y me vino a buscar con el auto. La sorpresa era un ramo gigante de flores y un hermoso dije de regalo.
"Tengo título universitario", pensaba. "Intermedio...pero universitario al fin."
Me parecía mentira que ya hubieran pasado tres años y medio desde mi primer día de clases. Me parecía que fue ayer cuando había pisado ese lugar con temor y mucha incertidumbre. Y por fin había logrado dar mi primer paso. 
- Este se festeja, claramente. - me amenazó Yanina.
- Si!! Obvio!! Me quiero sacar de encima toda esa carga que tenía!!
- Bueno, vos sos la organizadora oficial del grupo, asíque armá algo.
Asíque no me quedó otra que armar mi propio festejo. Ese fin de semana salimos todos a comer pizza a un lugar bastante copado de la zona. Vinieron Emi, Tomi, Yani, Renata, Rosa, Marina, Yiyo y Laura. Nos sacamos fotos, brindamos, hicimos chistes y disfruté como nunca de mis amigos.
- ¿A dónde querés ir Diosa? ¿Vamos a otro lugar que no sea el de siempre? - me sugirió Yanina.
- No, quiero ir a Crow's...les molesta?
- No, todo bien. Hoy decidís vos!! Es tu noche amiga! - me dijeron todos de acuerdo.
Lo que no les conté a mis amigos fue el motivo de mi elección. El día anterior había hablado con Facundo. Luego de felicitarme por mi título lo invité a sumarse a los festejos, y ese día entre pizza y pizza había recibido un mensaje suyo.
"Estoy cenando con mis viejos. Después donde vas a estar? Cuando termino voy"
Entonces elegí el mítico lugar de siempre. Yo estaba tan exultante que le contaba hasta a los patovicas el motivo de mi festejo. Todos ya me conocían asíque se alegraron y festejaron conmigo.
Pero el tiempo pasaba y Facundo no aparecía. 
- ¿Qué pasa Diosa? - me preguntó Marina al ver mi cara. 
- ¿Me acompañás a la puerta? - y cuando salimos vi que ya no estaban dejando entrar a nadie mas debido a lo que prohibía la municipalidad. Y ahí paradito estaba Facundo, esperando que alguien se apiadara. Me hizo una seña y yo le dije que se quedara tranquilo.
- ¡Fer! ¡Fer! - llamé enseguida al patovica lleno de piercings. Sí, ese que Renata me había confirmado que me tenía ganas. - Necesito un favor.
- ¿Qué pasa Diosa?
- ¿Ves ese chico? El alto de campera verde. Tenés que dejarlo pasar.
- No puedo, anda el dueño por acá, me mata!
- Vos podés, dale! Aparte imaginate, vino a festejar el título conmigo, onda que desde la vereda se complica.
- Ya entraron todos tus amiguitos...
- Sí, pero él es especial. De verdad que necesito que entre - supliqué con mi mejor cara. Fernando se apiadó y le hizo una seña al que estaba al lado de la soguita. Éste la abrió y lo señaló entre medio del tumulto para que sólo él entrara. Las pibas que estaban afuera gritaban de bronca. 
- No sabía que tenías tanta chapa acá. ¿O es ahora que sos Analista?
- Jaja! ¿Viste?
Entramos y en una de las barras se encontró con un amigo que se sumó a la compra de un Fresita para brindar. Marina desapareció atrás de no se quién, pero fue reemplazada en seguida por su hermana Rosa y Tomi, que se despedían con un beso.
- ¿Te vas?
- Si Diosa, me voy que no doy mas y lo llevo a Emi a la casa también.
- Uhhh! Que ortiva que sos nene eh!!
- Igual que te preocupa? Si ya estás con tu amorcito!! ¿Cómo sabía que estábamos acá?
- Yo le había avisado. La verdad es que dudé, pero después me di cuenta que este era un momento muy importante para mí, y que si él no venía iba a estar incompleta.
- Está bien, si es lo que vos querés está perfecto.
Pero al despedir a mis amigos y volver a la barra para encontrarme con mi copa de Fresita, vi que Rosa se había quedado triste.
- ¿Qué pasó?
- Nada, estuve hablando con Tomi. Me dijo que no quiere que me confunda, que las cosas entre nosotros están bien pero que por ahora él no quiere nada más serio, que tiene muchas responsabilidades y una más no puede. 
- Sí, algo de eso sé porque él me contó. Y está bien Rosa, yo te dije que no lo presiones. Que necesita aire...si sabes que después termina viniendo!
- No sé, te juro que me confunde mucho.
- ¿Vos que opinas Facu? - pregunté incorporándolo a la charla con un guiño a mi amiga para que me siga la corriente. - Una opinión masculina siempre es buena.
- No sé como es bien la situación entre ustedes. Si me contás...
- Nos conocemos hace un tiempo - contaba Rosa. - Por medio de ella. Nos vemos casi todos los fines de semana cuando salimos. Y estamos re bien, él me trata genial, charlamos, nos divertimos. Pero ahora me dice que él tiene su trabajo, la facultad, y sus amigos...y que encima sumar otra responsabilidad a todo eso sería demasiado. Que no tendría tiempo para una novia. Por eso no quiere nada serio conmigo. ¿Entendés?
- Y...es sencillo. Para él está todo bien entre ustedes pero mientras se de. Hay algo que es claro. Si vos querés hacerte tiempo, podés. Y más cuando los otros motivos son cosas tan aburridas como trabajo y estudio. Lamentablemente si te dice eso es porque en su escala de prioridades todo eso está antes que vos. Por ende, no hay lugar para una relación.
- ¿Y por qué entonces cuando nos vemos está todo bien? Me trata como una reina!
- Porque eso no quita que con vos la pase bien. Él no va a ir a buscarte o no te va a adoptar como algo de su rutina. Pero si se da verse va a estar todo bien, porque con vos la pasa bien...Vas a tener que aceptar lo que él te da, o ir a buscar otra cosa.
- ¡Como son los hombres! - exclamó Rosa con una sonrisa irónica. - Ellos se entienden a la perfección...¿No Diosa?
- ¿Eh? Ah, sí... - dije bajando de golpe de mis pensamientos.  - Los hombres para estas cosas piensan todos igual. Te lo digo yo que convivo con 40 tipos todos los días y los escucho hablar de mujeres la otra mitad del tiempo que no hablan ni de futbol ni de autos. Por eso Rosa, andá tranqui con Tomi, no lo ahogues. 
- Puede ser... ¡Gracias chicos! - Y dando media vuelta nos dejó solos. 
Pero no pasó nada. Ni siquiera intenté acercarme a él. Yo lo había invitado para que esa noche fuera perfecta, y me encontré con una realidad que siempre supe pero nunca había escuchado con tanta claridad. Porque de algo estaba segura...Facundo no le estaba dando un consejo a Rosa...

...me estaba hablando a mí.

martes, 26 de julio de 2011

Masticando sueños

- Diosa, hoy va a ser tu noche! - me dijo Fede remarcando el "tu" mientras me daba un vaso con Bailey's.
- Jajaja! ¿Cómo estás tan seguro? - contesté totalmente incrédula pero aceptando su riquísima ofrenda.
- Porque si! Ahora cuando vayamos a Crow's, vas a ver...
Estábamos en la casa de uno de sus amigos haciendo la famosa previa. Mecha me decía que me tranquilice, que iba a pasar lo que debía pasar, ni más ni menos. Lo distinto de esa noche, iba a ser que por fin después de casi un mes de hablar por msn, iba a conocer en persona a Gastón. 
Durante ese tiempo habíamos logrado tener mucho feeling. Él era estudiante de Ingeniería electrónica y conocía a Fede desde hacía muchos años por medio de esos juegos en red de los que son fanáticos. Tenía un hermano mellizo, pero de esos que son idénticos. ¿Fantasía? Era alto, flaco, pelo color castaño claro, piel muy blanca y facciones que por momentos parecía lindo y por momentos no tanto. Pero la conexión que habíamos logrado tener, opacaba lo de no tan lindo. Si bien lo había conocido en aquella salida a Goa, yo estaba tan obnubilada por el Lujanero, que casi ni le presté atención. Lo único que recordaba era haber notado que uno de los dos hermanos era más lindo que el otro. Más tarde, Fede me confirmó que precisamente, ése era Gastón. Aunque eso me tranquilizó bastante, volví a recurrir a mi amigo para que me cuente sobre otro dato que me alteraba más... ¿por qué en facebook figuraba que tenía una relación?
- El hermano es el que tiene novia, él no. - me había respondido.
- Pero no Fede! Entrá y vas a ver! Aparte tiene fotos con una rubia grandota fea... ¡es la novia!
- Si, es la novia...pero hasta donde yo sabía se habían peleado. ¿No te acordás cuando vino a mi cumple? Vino solo...
- ¡Ah! ¿Estuvo en tu cumple? Jamás lo registré...
- Mirá, hacé mas fácil...preguntale a él y listo! Igual yo te averiguo, porque capaz con tal de chamuyarte te dice cualquier cosa.
Pero no fue necesario. Una noche él solito me contó que estaba atravesando una crisis gracias a su novia. Que por momentos quería mandarla a la mierda y por otros sabía que se iba a mandar una cagada. Estaba en un debate moral, y era a mi a quién me pedía consejos.
- Es un pelotudo. - sentenció Mecha. - ¿Cómo te va a contar todo eso? ¿O acaso es una estrategia? Yo no entiendo los chamuyos de ahora...
- Que se yo! Me dice que él tiene ganas de hacer la suya, que hay cosas de ella que le duelen mucho. Yo no pregunté ni él me lo detalló, pero supongo que ella lo cagó. 
- Y él ahora quiere hacer lo mismo...
- Parece. Porque esas cosas me las dice bieeen directamente. Onda del tipo "me encantaría arriesgarme con vos", ¿captás?
- Bue, pero que no te tire el bardo a vos. Primero que solucione su vida y después que te venga a chamuyar.
Y eso era lo que había pasado esa semana. Por eso, todo el grupete de amigos de los juegos en red de Fede, organizaron una salida en Crow's. Y después de postergarla por exámenes y otros compromisos, por fin había llegado la fecha. Mecha y yo, éramos las invitadas de honor.
- Diosa, tu celular está sonando.
- Es él. - dije y todos me miraron. - está viniendo en un remis y como no conoce la zona quiere que le diga donde nos espera.
Entonces Fede lo llamó para explicarle, mientras nosotros levantábamos campamento para partir.
- Estoy nerviosa!! - repetía en el oído de mi amiga. Ella me tranquilizaba.
- Ya llegamos.
- Ahí está! - gritó Fede. Y en el mismísimo momento en que lo vi, supe que nada iba a ser tan fabuloso como parecía.
- Hola. - me saludó tímido Gastón. Y en la segunda frase se notó que estaba más nervioso que yo. Casi mágicamente, terminamos charlando solos en una mesita. Todo obra de Fede que se encargó de llevarse lentamente al resto.
- Así que este es el famoso lugar dónde venís siempre...
- Si, me gusta mucho la música ochentosa que pasan. Ahora agregaron tandas de reggaeton que lo hace más bailable y agrandaron el patio. Pero yo soy de las fanas viejas, de las que venían cuando el baño tenía puertas de madera jaja!
- Yo no soy de venir mucho por esta zona, pero una vuelta había entrado con mi novia. Las amigas de ella si suelen venir por acá. Todavía no me crucé a ninguna pero no sería nada raro de que estén.
- Ah... - comenté sin mucho más para decir después de sus dichos.
- Me parece que no entendiste...
- Claramente. ¿Qué debía entender?
- Que no estoy cómodo en este lugar. O sea, no porque vaya a hacer algo que no debo, pero en caso de que así lo quisiera, es como que no puedo. ¿Entendés ahora?
Y aunque podía lograr captar mínimamente lo que quería decir, yo esperaba escucharlo con todas las palabras. Me daba bronca que fuera tan pelotudo.
- No...¿Qué querés decir Gastón?
- Que estoy incómodo! No por vos... no me malinterpretes, al contrario, me gusta estar con vos. Pero no es esta de la manera que yo quisiera. O sea, no puedo hacer lo que me gustaría hacer.
Y viendo entonces que su explicación no iba a ningún lado, aclaré yo.
- Mirá, yo ya pasé por una situación parecida y la verdad es que no me gusta. No me gusta esta cosa de estar en el medio y poner a la gente en un lugar que no corresponde. Asíque todo bien. Pero me parece que es algo que tenés que solucionar vos. Y cualquier decisión que tomes seguramente va a ser la correcta. ¿Me entendés? Pero yo no tengo nada que ver, ni quiero tenerlo. Asíque todo bien, pero prefiero mantenerme al margen.
- Si, tenés razón. Perdoname.
Sin escuchar sus últimas palabras, agarré el celular y le mandé un mensaje a Mecha: "VENÍ YA", la obligué.
- ¿Tan boludo es? - me preguntó mi amiga.
- Más. No te das una idea la calentura que tengo!
- Pero si cuando lo viste me dijiste que no le dabas taaaanto.
- Si, pero el enojo no es con él. No es que estas dudas que tiene me hayan desilusionado porque pensaba que iba a ser el hombre de mi vida. Sino que estoy cansada Mecha, te juro que estoy cansada de vivir a prueba y error.
- Ya va a llegar Diosa, ya va a llegar...
- ¡No! Estoy re podrida de esa frase hecha... ¿Cuándo mierda va a llegar? ¿Por qué no me toca UNA bien? ¿Por qué no conozco alguien normal?
- Es que conociste chicos normales. Y vos te encargás de encontrarles defectos a todos. Estás cerrada...y seguís con los mismos pelotudos de siempre.
- Porque se que son pelotudos inofensivos. Que son lo que me dan y nada más. No puedo esperar nada más de ellos y con eso me alcanza.
- Entonces no te quejes! Vos misma me estás dando la razón. No te abrís Diosa!
- Será que todavía no encontré una sola persona que valga la pena para hacerlo? Y la única persona que conozco es justamente de la que más lejos estoy.
- Facundo no es el hombre de tu vida...vos lo sabés eso.
- Lo sé... pero es lo más parecido que conozco...
Y tragué saliva para no llorar. Sin embargo lo hice al llegar a casa. Me miraba al espejo y solo lloraba. ¿Por qué? ¿Cómo era posible que un idiota como Gastón lograra ponerme así? Pero no, no era por él por quién estaba llorando. Era por mí.
¿Alguna vez lloraron por amor? Yo no. Y me encantaría hacerlo. Sería un dolor placentero, estoy segura. Yo lloro por la soledad. No hay nada que me de mas miedo que eso. Y en los momentos que me siento sola, se me hace un nudo en la garganta que no me deja respirar. 
Me dediqué a la comida y a mirar películas románticas. Eso hago cuando me siento sola y triste. Y por supuesto, engordo. Pero en este caso tan mal no me vino. Coincidiendo con la fecha de finales, todo sirvió para que me dedicara al estudio.
Sola, triste, desencantada, vacía, desilusionada, encerrada, negada...

...y a punto de recibirme.

lunes, 11 de julio de 2011

Nene, no es manera de estropear un corazón

Y llegó el sábado, y con él, el cumpleaños de Emi. Nos encontramos en la puerta de un bar dónde no nos dejaron entrar asíque a modo de revancha, terminamos como siempre en Crow's. Yanina al final no vino, por una gripe se quedó sin ambos cumpleaños.
- Emi, ¿de dónde sacaste a tus amiguitos? ¿Por qué nunca los vi? - le pregunté casi indignada. Mi amigo solo se reía. 
Y aunque ya me había olvidado de la conversación con Enzo, en un segundo recordé todo cuando lo vi bailando en el patio de Crow's con su grupete de amigos.
- ¡Diosa! ¿Vos no tenías un cumple? ¿Qué hacés acá? - me dijo entre sorprendido e indignado.
- Si, estoy con el cumpleañero, no te preocupes. Íbamos a ir al otro bar pero nos cobraban entrada re cara, no daba.
- ¿Tanto? ¿Qué le pasa a esa gente? ¿Se les subió Esperanto a la cabeza?
- Si, y encima estaba re lleno, asíque rajamos! Igual, todo bien, pero no era para que te apenes tanto de verme...
- Jaja! No, es que justo pasaron "Prruuum" la que te decía el otro día, y pensé "Justo que pasan el tema, la Diosa no está!" Y no va que aparecés...
- Ah claro...
Sus amigos, buena onda como siempre, empezaron a hacer bromas, convidar alcohol y molestar a mis amigas. Menos a Rosa, que estaba super enganchada hablando y coqueteando en un rincón con Tomi.
- ¿Se formó una pareja ahí? - me preguntó Mecha.
- Si, eso parece. Por ahora es cosa de fin de semana nada más...
- ¿Pero ellos que te dicen?
- Rosa está re enganchada, Tomi le re gusta. Pero él en cambio es como que quiero todo más despacio.
- ¿Pasó algo más entre ellos aparte de las veces que se vieron en boliches?
- No, nada. Hasta ahora solo encuentros de casualidad por salidas. Y nunca se fueron juntos, o sea...solo besos, entendés?
- Si. Bueno, veremos que pasa próximamente...esas cosas nunca se saben!
Renata consiguió una mesita para apoyar los abrigos y nos instalamos al lado de una escalera. Cada tanto me cruzaba con Enzo y bromeábamos con algo, pero cada vez se le notaba más que había estado tomando mucho. Sobre todo antes de irnos, cuando me vió hablando con uno de sus amigos.
- ¿Qué te pasa Diosa?
- Nada, por?
- Ojo con esta eh! - le dijo al amigo mientras lo abrazaba. - Mirá que le encanta hacer petes!
- Uuuuuuuhhhhhh!! - gritó mirándome, esperando que yo reaccionara.
- ¿Qué dijiste Enzo? - dije haciéndome la sorda, dándole una oportunidad de dejar pasar la situación.
- Que sos una petera!!!! - volvió a gritar. Mis oportunidades se agotaron en seguida. Todo su grupo de amigos y todo mi grupo de amigas, ahora estaban escuchando atentamente.
- Ah pero vos sos mas idiota de lo que yo pensaba! Te das cuenta? ¿Y después me decís a mi inmadura?
- Jajaja! Si dije la verdad...acaso no hacés petes?
- Si los hago o no, no tiene porque enterarse todo Crow's, no te parece?
- Uhhh que susceptiblee!! Andaaaá..! - y con un gesto se dio media vuelta para irse. Pero lo agrré de un brazo y lo traje de prepo. 
- Escuchame una cosa, podés joder todo lo que quieras, pero tené cuidado con lo que decís de mi, me escuchaste?
- Dejá de hacerte la mala, ¿tanto te molesta que diga la verdad? No me busques porque puedo decir cosas peores. 
Y ahí la que dió media vuelta para irse fui yo.
- No le hagas caso Diosa, está muy en pedo. - me dijo uno de los amigos.
- Por eso no tiene derecho a decir esas cosas...
En el viaje de vuelta a casa, la bronca me salía por los poros. Mecha y Renata trataban de calmarme diciendo que Enzo era un idiota al que no tenía que darle mas cabida ni para las jodas. ¡Pero ellas no entendían! Yo no podía tolerar que las cosas se fueran tan al carajo.
Aunque la gota que rebalsó el vaso pasó al otro día a la noche, cuando Enzo me habló por msn como si nada hubiera pasado. Pretendía hacer bromas y charlar con total naturalidad, pero yo no podía permitirlo y en seguida se lo dije.

LaDiosa dice:
Enzo, o sea, todo bien...pero me parece que anoche te fuiste un poco al carajo.
Enzo dice:
¿? qué pasó ayer?
LaDiosa dice:
no era necesario decirme "petera" adelante de todos tus amigos. O sea, una cosa es que jodamos entre nosotros y yo se que vos me decís así en broma...pero otra es que escuche todo Crow's .
Enzo dice:
aaaaaaaah jaja me acuerdo flashes, pero yo te lo dije por decir, y moría ahi, como cualquier mina que es petera, vos te quisiste desentender de la situación me parece y ahí bardié jaja
LaDiosa dice:
si bueno, vos te reís pero a mi no me causó...de hecho me molestó mucho
Enzo dice:
claro está me imagino, pero bueno, estaba borracho, una vez te pusiste a gritar en la puerta de Crow's, borracha y despeinada que ya no te hablaba como antes... y yo lo tomé como lo que era, que estabas borracha, y pasó...
LaDiosa dice:
igual me parece que no es lo mismo, pero bueno...
Enzo dice:
es hacer pasar un mal momento al otro, si lo queres decir asi
LaDiosa dice:
es distinto Enzo, yo ese día quise hablar sobre algo que pasaba...no empecé a gritar las cosas que hacés o dejás de hacer en la cama, no?
Enzo dice:
pero te pusiste a hacerme una escena de celos, a los gritos, con tu dulce vos, adelante de todos... y de mis amigos también... me hiciste tragar un momento que lejos estabas de tener derecho a hacer, y sin embargo en vez de dejarte ahi tirada a los gritos vomitando, me reí, hice que te calmes, que hablaras mas bajo y listo... yo te dije petera, te reías y me decías "se se" y seguías bailando y ahí se terminaba. Pero no, te me viniste encima y "naa nene bla bla bla" y estando yo borracho, me das de comer...todo bien, no digo que lo que hice estuvo bien, pero vos podrías haber optado por no hacer las cosas mas grandes, como hice yo con vos... y no fue asi, listo
LaDiosa dice:
mirá, dudaba en sacarte el tema o no porque sabía que iba a pasar esto y no me daban ganas, pero la verdad es que a mi me jodió, como me joden muchas otras cosas mas, pero me parecía que ésta te la tenía que decir. Igual ya está, no hagamos un melodrama tampoco, pero para la próxima ya sabés, tratá de no ventilar cosas que te confío a vos
Enzo dice:
jajaja perdon, iba a decir algo que no daba! Retiro la risa, esta bien no te hagas drama...perdoname!
LaDiosa dice:
ok, ta bien
Enzo dice:
me las pico, mamá necesita la pc
LaDiosa dice:
ok    

No sé si era verdad lo de la mamá, pero la cosa terminó ahí. Si había algo que le envidiaba a Enzo era su capacidad de dar vuelta las cosas y hacer que siempre la culpa la tuviera yo. ¿Manipulador? ¿Psicopateador? No sé, pero Mr. Perfecto siempre salía ileso.
Mientras tanto, hubo una notificación de Facebook que me llamó la atención: "Facundo ha publicado en tu muro". Cuando entré, se trataba de esas aplicaciones que hacen preguntas sobre tus contactos y al responderlas se publican. Entré rapidamente y al leer lo que decía, me puse colorada.
Pregunta: "¿De que color crees que es la ropa interior de La Diosa?"
Respuesta de Facundo: "No usa ropa interior"
Automáticamente recordé aquella vuelta en su auto, el día de la lluvia, la última vez que estuvimos juntos.
Que diferentes se tornaban dos situaciones parecidas. Enzo por un lado, me maltrataba y me humillaba, haciendo de una relación hermosa, no más que algo detestable. Facundo por el contrario, jamás me expresó sus sentimientos, sin embargo era respetuoso y cariñoso. Y no por eso dejaba de ser pícaro en sus confesiones. 
Para completar la fórmula de hombres que necesitaba olvidar, Orlando apareció en mi casa estando yo sola, a pedirme unos apuntes. Le ofrecí algo de tomar, y al rato se fue. ¡Que ganas de encerrarlo en mi cuarto que tenía! Pero no, basta de la gente del pasado!, me repetía sin cesar. 
Por eso, cuando Gastón, un amigo de Fede que había conocido en aquella salida a Goa, me agregó en el msn, sentí que siempre hay una luz al final del camino.
- Es raro, no me dijo nada que te iba a agregar. - me contestó Fede cuando le pregunté si sabía algo. - Pero de más está decir que si lo hizo es por algo. Si ni a Mecha la tiene, que es mi novia!
- No entiendo. ¿Qué querés decir?
- Ay Diosa, pensé que eras mas inteligente...

..."que te quiere dar! Es obvio..."