martes, 22 de junio de 2010

Un día de furia (Parte II)

Marianela y yo quedamos petrificadas. En un segundo perdimos toda capacidad de reacción.
Tres canívales aparecieron de la nada con unos palos en la mano, y sin mediar palabra les empezaron a pegar a los chicos.
Fede estaba tirado en el piso y ahora se desquitaban con Joaquín. De pronto, uno de los patoteritos levanta la cabeza y nos ve a nosotras. "Soy boleta", pensé.
- Mari, vamos! - le ordené. Nos lanzamos a cruzar la calle sin ni siquiera mirar, y casi morimos atropelladas por un auto. Después de esquivarlo, llegamos a la otra vereda, y empezamos a correr. Llegando a mitad de cuadra, había un auto estacionado arriba de la vereda, asique frenamos ocultándonos detrás para ver la escena que habíamos dejado. Había dos que seguían pegando, pero el tercero nos estaba siguiendo.
- Corré!! - grité. Me saqué los zapatos (y bueno, hay momentos que el glamour es necesario perderlo) y empecé a correr con todas mis fuerzas, descalza. Ni les cuento todo lo que me clavé en los pies.
- No puedo mas Diosa, no tengo aire! - gritaba Marianela.
- Corré Mari, si nos agarra nos puede hacer cualquier cosa!!
- ¿Y los chicos? ¿Qué hacemos?
Algo tenía que hacer. Mientras corría con todas mis fuerzas, pensaba en alguna idea. "Pensá Diosa, pensá!", me repetía a mi misma. Hasta que se prendió la lamparita.
Agarré el celular y marqué.
- Hola Orla!!! - dije cuando por fin me atendió. - Por favor necesito que vengas!! Me estan siguiendo!
- ¿Diosa? ¿Qué pasó? ¿Me estás cargando, no? - respondió del otro lado Orlando, incrédulo.
- Le pegaron a mis amigos, estoy corriendo y no se que hacer!! Ayudame por favor, vení, apurate!!!! - grité entre sollozos con el poco aire que me quedaba.
- Decime dónde estás! Ya estoy saliendo - me dijo cuando por fin me creyó. Le dije las calles y corté.
No tenía mas aire, necesitaba parar. Los pies me dolían. Pero no podíamos.
Me doy vuelta y veo que a menos de una cuadra, estaban los tres pibes con sus palos y levantando piedras o cascotes de la calle, mientras se dirigían hacia nosotras.
La desesperación que me agarró es indescriptible. Volví a llamar a Orlando.
- Orla apurate por favor me estan siguiendo!! - grité.
- Estoy yendo, decime en que calle estás ahora.
- Ay la puta madre no tiene un puto cartel esta cuadra!!!  ¡¿Mari que calle es?!
Los pies corrían solos, y yo ya había vaciado el tanque de oxígeno. No daba mas.
Allá por lo lejos, veo un grupo de chicos que caminaban por la transversal. Ni lo dudé.
- Chicos!! Esperen, por favor esperen!! - les grité. - Ayuda, ayuda!!
Los pibes se frenaron y comenzaron a venir a nuestro encuentro. Por suerte, eran 3 chicos y una chica. Les contamos rápido lo que pasó, y nos creyeron.
- Creo que por la calle que veníamos había una garita de seguridad. - dijo uno.
- Es verdad! - dijo Marianela. Con los nervios no nos dimos cuenta, pero ya casi estabamos a una cuadra de su casa, y deberíamos haber recordado que ahí esta el guardia.
Los chicos nos acompañaron. El señor de seguridad era un tanto mayor, y tenía tantas ganas de hacerle honor a su profesión, como yo de tirarme al río. No se movió de su sitio, y ninguno de sus tres pelos canosos cambió de lugar. Pero al menos, ya no estábamos solas. ¿Y los chicos?
En eso, veo la nave de Orlando acercarse. ¿Cómo hizo tan rápido para llegar de Crow's acá en medio segundo?. En el momento en que se bajó del auto, Orlando fue mi superhéroe. Una especie de Batman que venía con su Batimóvil a rescatarme. ¡Y encima con lo lindo que es!.
- ¡Orla! - suspiré en sus brazos. Y bueno che, había que aprovechar! - Tengo miedo, tengo mucho miedo! - me metí en el auto sin pedir permiso. Ni siquiera me importó que había venido con otro amigo (el pibe mas lindo de toda zona sur, para que se den una idea, es igualito a ese que hace propagandas de calzoncillos). - Ahi vienen! - grité. - Son ellos!!
A lo lejos, venían dos pibes caminando con palos. Orlando ya se preparaba para pegarles, y el amigo se arremangó la camisa.
- Esperá! Es Fede!! - dijo Marianela agudizando la vista. Y era verdad. Eran los chicos.
- ¡¡Fede!! - me tiré del auto y fui corriendo a abrazarlo. - ¿Estás bien?
- Si, estoy bien. - dijo a pesar de algunas manchitas de sangre en su remera. - Se fueron para allá, no deben de estar muy lejos. Le robaron el celular a Joaquín nada mas.
Para mi sorpresa, Joaquín y el amigo de Orlando, se conocían.
- Vamos a buscarlos. - dijo Orlando. - Suban y vamos, apurate.
- ¡¡No!! - grité poniendome adelante del auto. - ¿Estan locos? Los van a lastimar!!
- Ya no, ahora somos 4 - dijo Fede.
- Te juro que tengo ganas de desquitarme, por todas las veces que me robaron y no pude hacer nada. - acotó Orlando. - Ustedes quedensé acá con el señor, que yo las vengo a buscar después. No se muevan!
- Chicos, por favor, avisenmé! Cuidadado!
Se subieron los 4 al 206, y arrancó con quinta a fondo.
Nosotras esperamos en esa esquina sin saber que hacer. ¿Qué estaría pasando?. Los nervios nos carcomían. Mientras tanto, yo trataba en vano de limpiar con un pañuelito mis pies. No solo estaban negros, sino que me dolían y tenía cortes. Sacando mi estado deplorable después de la tormenta que nos había agarrado. Bien hecha mierda estaba. Bien.
Los chicos tardaban y a mi la presión me subía a 20.
Hasta que a las cansadas, volvió a aparecer el auto por la esquina.
- Listo, los agarramos. - dijo Orlando. Pero había vuelto solo.
- ¿Qué pasó? ¿Y Fede?
- Los agarramos acá a pocas cuadras, y les dimos duro. Los hicimos mierda, uno terminó sangrando. Y cuando nos avivamos, nos dimos cuenta que en la esquina está el destacamento. Entonces avisamos a la policía y los agarraron. Menos uno que se nos escapó.
- ¿Quedaron detenidos?
- Si. Y a Fede y a Joaquín los demoraron para declarar. Yo y mi amigo nos pudimos venir, asique recién lo dejé en la casa a él y las vine a buscar a ustedes.
Acababa de vivir una película de acción, con intervención policial y todo. Pero los nervios, no se me iban mas del cuerpo. Subimos al auto y fuimos a llevar a Mari.
- Mirá, me lastimé la mano por pegarle a uno. 
- No sé porque se arriesgaron tanto! Podría haber salido mal.
- No pasa nada, te juro que ahora me siento mejor después de desquitarme.
- Gracias Orla, de verdad, te re portaste.
- No es nada, un placer. - me contestó con su sonrisa marca Colgate.
Después me dejó en mi casa, y le hice prometer que me iba a avisar cuando llegara.
Mensaje de Orlando:
"Ya llegué a casa, todo tranqui"
Mensaje de la Diosa:
"Gracias por ayudarme. Me estoy curando el pie, no sabés como lo tengo!"
Mensaje de Orlando:
"Ufff, pobrecita! Yo agarré un hielo y me lo puse en la mano jeje"
Mensaje de la Diosa:
"Uh, espero que no sea nada, sino me voy a sentir muy culpable!"
Mensaje de Orlando:
"Me debés una eh!"
Mensaje de la Diosa:
"Estoy totalmente endeudada! Asique pedime lo que quieras jaja"
Pero tardó en responder, y a mi me dolía hasta el alma. Caí de cabeza en mi cama, y apenas toqué la almohada, ya estaba dormida.
Al otro día mi mamá me despierta a las 11 de la mañana para ir a lo de mi tía, como todos los domingos. La verdad es que nunca tengo problema de levantarme temprano después de salir, pero ese día, había sido una excepción.
Encendí el celular de nuevo, y me llegó un mensaje de Orlando:
"Me lo pagás con una salida. Qué te parece?"
La puta madre!! ¿Justo antes de ese mensaje me tuve que dormir? Ahora ya no podía aprovechar la situación...
Antes de almorzar, llamé por teléfono a Federico.
- Hola Fede, cómo estás?
- Diosa! Todavía en la comisaría, no nos dejaron ir porque tuvieron que hacernos radiografías y esas cosas para ver que estabamos todos bien. Y aparte parece que estos pibes no eran ningunos bebés de pecho. No son menores y tienen antescedentes.
- ¿Entonces?
- Entonces van presos. Pero tenemos que declarar. Ahora en un rato nos dejan ir, y después nos va a citar un juez.
- Ay no te puedo creer! Alto garrón, Fede.
- Si, pero bueno, no queda otra. Yo no doy mas, quiero dormir!!

La historia sigue, hasta la citación del juez que les llegó a los chicos. Tuvieron que ir a declarar. Contaron todo lo que pasó, pero para dejarnos limpias a nosotras, dijeron que nos habían conocido esa noche, y no sabían nuestros nombres. De lo contrario, quedaríamos pegadas nosotras también en la causa. Durante mas de un mes, Joaquín tuvo miedo de caminar por esa calle, y cada vez que pasaba un colectivo, se ocultaba detrás de algo por miedo a que el que se había escapado, regrese por él en venganza.
Los tipos quedaron en cana, al menos un tiempito. Y aunque vivimos todos una situación de mierda, está bueno sentir que al menos tuvo un final "feliz", y se hizo justicia.
Eso si,

...nunca mas me vuelvo caminando!!

martes, 15 de junio de 2010

Un día de furia (Parte I)

Sentí que el mundo se caía en ese instante. Lo miré a los ojos sin saber que decir. Estaba dura, petrificada, anonadada. Pero, ¿qué me sorprendía?. De hecho, cualquiera hubiera propuesto lo mismo años luz antes que él.
- ¿A tu casa? - pregunté para ganar tiempo. Mientras, millones de pensamientos volaban por mi cabeza como flashes.
- Si. Te traigo mas tarde si querés, y listo. - me dijo naturalmente, mientras me daba besos por toda la cara. "¡Pará! ¿No ves que no puedo pensar si me besás?", quise decirle.
- Mmm, no sé...es tarde... - atiné a decir mientras miraba el relojito del auto. Eran las 7. ¿Tanto esperó para proponerlo? ¡Qué pibe!.
- Como quieras... - insistía entre mas besos y mas besos.
En un segundo, me decidí.
- No puedo Facu, en serio... - respondí con mi peor cara de tristeza. Ojalá pudiera entenderme...
- Está bien - dijo en seguida. Pero sin embargo, no dejaba de darme besos y mas besos...sabía que a eso no podía resistirme. De todas maneras, yo tenía motivos que él aún no sabía. Pero, ¿cómo decírselo? ¿Cómo explicarle en 5 minutos que yo era virgen, pero que me moría de ganas de dejar de serlo? ¿Cómo explicarle justito en el momento previo, que yo nunca había estado con ningún hombre?
Me quedé mas angustiada que nunca. ¿Y si pensaba que le dije que no porque me no me gusta?. Podía malinterpretarme perfectamente, pero no tenía opción. Yo debía contárselo en otro contexto, en otra situación, para que él luego elija si de verdad quiere ser el primero, o prefiere dejarle el trabajo a otro...
Me bajé del auto, sintiendo una opresión en el pecho. Lo único que quería era gritarle que me gustaba mas que nadie, pero que tenía demasiado miedo. Pero en vez de eso, entré a mi casa y me putié a mi misma en todos los idiomas.
"¿Qué hago?", pensé. Y lo único que se me ocurrió fue mandarle un mensaje...
"Mirá que queda pendiente, eh! La próxima quiero conocer tu mansión"
Al rato me respondió:
"La próxima nos venimos a ver un capítulo de Dr. House (sin subtítulos)"
Las cartas estaban echadas. Solo habría que esperar alguna oportunidad para poder sincerarme, y que de una vez por todas, Facundo sepa mi verdad.

La semana siguiente, me llamaron del colegio para que vaya a una reunión. El director quería hablar conmigo, y eso era bueno.
- Mirá Diosa, el profesor que tenía los cursos mas chicos en computación, renunció a esas horas. Asique ahora estamos buscando un reemplazo... - me contó cuando me senté en su oficina.
- Ajam...
- Como es una actividad extraprogramática, ya averigué y no hay problema que las de alguien que no tiene título docente. Asique yo te ofrezco el cargo. ¿Qué decís?
- Qué si, claro! - contesté feliz.
- Sería primero, segundo y tercer grado. Dos veces por semana, calculá de 10 a 13hs. ¿Podés por la facultad?
- Si, me cambio al turno noche, y listo!
¿Qué mejor que trabajar a 2 cuadras de tu casa, pocas horas y de algo bastante llevadero? Nada. Asique tuve que sacar el CUIT, hacer todo el papelerío, y quedé como titular de esas horas. Pero luego de la reunión previa a que comiencen las clases, se dieron cuenta que había un grupo de cuarto grado que no tenía profesor. Por cuestiones de superposición de horas, no habían tenido en cuenta ese grupo, razón por la cual, me la ofrecieron a mi también. En resumen, estaba chocha!
Cuando en la facu abrieron la inscripción para el año 2009, fui a cambiarme las materias que me coincidían con los días que trabajaba. Asique cursaría solo una materia a la mañana, junto con las chicas, y las otras 3 a la noche, sola.
- Me parece que me voy a pasar a la noche en Trabajo de Campo - me dijo Yani el día de la inscripción. Era la materia de la tésis para recibirte de analista en sistemas.
- Ay sii! Por favor! Asi venís conmigo y fichamos a todos los machos!! - le rogué. Marianela, para no quedarse sola, se sumó al cambio. De esa manera, no iba a estar tan "sola".

El primero de Marzo, es el cumpleaños de Darío. Ese año cayó de sábado, asique nos invitó a comer a la casa, y luego ibamos a salir por algún lado. Dos días antes, había sido el cumpleaños del novio de Mecha. Organizó una fiesta como la que habíamos tenído el fin de semana anterior y nos invitó a todos. Pero claro, ¿cómo iba a hacer para estar en dos lugares al mismo tiempo? Imposible. Tenía que decidir.
- Voy de Darío. - le dije esa tarde por teléfono a Marianela. - al otro lo vi el finde pasado, y aparte ellos salen por Capital y yo quiero ir por acá, asique ni da que vaya por dos segundos.
Le mandé un mensajito a Laura para que avisara, y me fui con Mari para lo de Darío.
Al rato me avisan que la salida a Capital se suspendió, e iban a ir todos a un bar cerca de Crow's. "Ok, mas tarde voy para allá y los busco", avisé.
Sin embargo, cuando íbamos para el bar de la comisaría en el auto de Dari, me llega un mensaje del cumpleañero. "Si te veo te escupo! Sos una forra que se va a quedar sin amigos"
¿¿¿Perdón??? ¿Cuántos años cumpliste? ¿5? Nah, ni en pedo 21!!
Putié en todos los idiomas, y de mas está decir que no fui a buscarlos. ¿Merecía algo así?. Me sentí una idiota, tenía ganas de cruzarmelo para poder escupirlo yo. A partir de ese día, las cosas cambiaron. Ya nunca mas fui parte de ese grupo. Ya no me invitaron a nada, ni yo a ellos. Con el tiempo, ni Mecha ni Inés soportarían sus chiquilinadas y se abrirían. Son muy buenos todos, y los quiero mucho, pero con gente que te hace ese tipo de planteos, no se puede hacer nada.
- ¿Qué te pasa, Diosa? - me preguntó Mari mientras yo miraba el cielo y puteaba en mis adentros.
- Estoy re caliente, eso pasa...No puede ser tan idiota este pibe!!
- Bueno, ya está. Ahora él está enojado, es eso. Quizás mas adelante puedan volver a hablar. ¿Querés que vayamos a Crow's? Capaz encontramos a alguien... - me dijo dejándome leer entre líneas el nombre implícito.
- Bueno, dale. Avisemoslé a Dari asi no se enoja el también.
Pero Darío no era así. Me entendió y nos dijo que cualquier cosa le avisemos.
Salimos del bar de la comisaría, y fuimos a Crow's. No hago mas que dar dos vueltas, que me cruzo con los chicos del otro cumpleaños.
- Mari!! Volvamos al otro bar, por favor. No quiero pelearme con nadie.
Asique volvimos, pero ya no estaban dejando entrar a nadie por la hora. Nos quedamos un rato en la puerta para ver si nos podían dejar pasar, pero una super tormenta de verano, empezó a desatarse arriba nuestro. Y sin dejarnos reacción, se largó el chaparrón.
- Corré!! - le grité a Marianela, mientras me dirigía a un techito. Nos quedamos ahí abajo media hora, pero la lluvia no cesaba.
- ¿Y si volvemos a Crow's? No nos vamos a quedar acá...
Esperamos un rato mas, y al no notar cambios en el clima, corrimos otra vez esas dos cuadras. Nos empapamos. Para nuestra grata noticia, allí también habían cerrado las puertas.
¿Algo mas? Me acaba de pelear con mis amigos, nos habíamos empapado hasta la médula y encima estabamos en la calle sin tener a dónde ir. Cómo si ésto fuera poco, esa tarde había ido a la peluquería, y mi pelo estaba divino. Repito, estaba. Ahora chorraba agua y angustia.
- ¿Que hacemos? - me repetía cada dos segundos Marianela. Romina, la novia de Darío (se acuerdan? La mejor amiga de mi ex), me avisó que era imposible entrar en el bar donde estaban ellos. No teníamos opción de nada. Quería llorar.
- Eh! Diosa! - escucho de pronto.
Eran Fede y Joaquín.
- Fede!! - grité mientras volvía abajo de la lluvia para abrazarlo. - Ayudame por favor! - mi humor era el peor, ese día no había tenido una sola buena noticia.
- Mis amigos estan acá a la vuelta, en el bar a donde fuimos la vez pasada. Si quieren vengan que seguro pasamos.
Otra vez abajo de la lluvia. Pero esta vez, entramos.
Nos quedamos charlando con ellos. Fede se re portó ese día conmigo, pero lejos de mi imaginación, nada pasó entre nosotros.
Se hizo de día, y la lluvia paró.
- Nosotros vamos caminando, vienen? - nos preguntaron. Lo llamé a Darío pero ya se habían ido, asique con tal de no quedarnos solas, aceptamos.
Caminamos por la Avenida. Eramos como diez personas, pero poco a poco, cada uno iba doblando dependiendo de donde vivían.
- Fede, vos me acompañas hasta mi casa, no? - dije cuando noté que era la que quedaba mas alejada de todos.
- Si, Diosa, no te preocupes.
Le conté lo que había pasado con el novio de Mecha. Tras que él lo odiaba, tan solo por el hecho de estar saliendo con la "chica de sus sueños", Fede me entendió mejor que nadie.
Cuando tuvimos que doblar, quedábamos solo Fede, Joaquín, Mari y yo. Encontramos una ojota en la calle y empezamos a bromear con eso. Por fin me estaba olvidando de todo lo que había pasado en el día.
De pronto, me suena el celular. Mensaje de Orlando.
"¿Qué hacés querida? ¿Estás en Crow's? No te veo."
Mensaje de la Diosa:
"No, no pude entrar y me empapé en la puerta. Estoy volviendo a mi casa caminando"
Mensaje de Orlando:
"Buu, estás sola en la calle es un peligro!!"
Mensaje de la Diosa:
"Después de la noche de mierda que tuve, no me puede pasar mas nada. Aparte estoy con unos amigos"
Mensaje de Orlando:
"¿Dónde estás? ¿Te paso a buscar?"
Mensaje de la Diosa:
"Nah, dejá. No te vas a venir a buscarme para llevarme a mi casa, no te preocupes"
Me pareció un lindo gesto de su parte, pero no lo iba hacer venir y dejar a Fede tirado después de lo bien que se había portado conmigo. Asique seguimos caminando.
- Dame la ojota!! - gritaba Joaquín. Marianela la revolió para atrás y los chicos retrocedieron a buscarla como dos jugadores de rugby.
- Fede!! Reconocé que era tuya, dale! - le grité. Pero cuando me di vuelta casi me muero.
Atrás de ellos venían tres pibes con unos palos en las manos. No pude reaccionar...

...Les pegaron un palazo en la cabeza a cada uno.

viernes, 11 de junio de 2010

El que se va sin que lo echen...

...vuelve sin que lo llamen".
Y Facundo tiene ese sexto sentido, que lo hace reaparecer en mi vida, justito cuando yo empiezo a olvidarlo.
"Si, estamos volviendo de una fiesta. Vos dónde estás?", le contesté. "Nos interceptamos en el camino. Me voy para el Mac de la Avenida. Te parece?", me dijo. Obvio que me parecía!
- Chicas, vamos para Mac!! - les dije con felicidad en la cara.
- No Diosa, yo me muero por llegar a casa. Ya tuve demasiado por hoy. - dijo Yanina que seguía super caliente.
- Ay, por favor!! ¿Vos Mari? ¿Venís conmigo? - supliqué.
- ¿Por qué no vas vos sola y aprovechás? - sugirió Joni.
- No, le dije que veníamos de festejar...en plural! ¿Por qué de golpe voy a quedar yo sola?
- Bueno, yo te acompaño...pero volvemos rápido eh! - cedió Marianela.
Asique Joni nos dejó en el Mac, y siguió camino con Yanina. Ahí estaba Facundo estacionado el auto y cuando nos vió, se bajó a nuestro encuentro.
Pedimos un desayuno y no nos dejó pagar. Charlamos un rato, le contamos el incidente de la billetera de "Vicky" y nos reíamos pensando todas las posibilidades.
- Ya es tarde, vamos? - quiso Marianela. Subimos a su auto, y como siempre, me dió a elegir entre el CD "bajonero" o el otro. Dejamos a Mari en la casa, y luego me dejó a mi en la mia.
Yo, ilusionada como siempre, cada vez que Facundo reaparecía en mi vida, me cambiaba hasta el humor. Era otra, volvía a vivir. Y él, que tenía esa manía de ir y venir como le parecía, ni siquiera se enteraba.


Y llegó el 2009.
Pan dulce, fuegos artificiales, champagne y emociones.
Facundo se había ido a pasar las fiestas a la costa con la familia, y mensajitos de por medio, le pedí que me trajera un poco de arena.
Yanina, como siempre, partió a su departamento en San Bernardo dejándonos a Mari y a mi solitas en la ciudad. Lejos de acobardarnos, retomamos el gimnasio y seguimos frecuentando las noches como siempre.
Durante enero, los findes fueron variados. Un sábado, nos encontramos con Orlando, que luego de ofrecerse a llevarnos de nuevo a casa, en mitad de camino paró en un Mac a comprar tostados y nos invitó a desayunar a su casa. Estaba solo. Pero lejos de confirmar nuestros pronósticos, terminamos de manducar y nos llevó a nuestras casas. "Con las ganas que teníamos de que nos encerrara en un cuarto", bormeabamos con Mari al día siguiente.
También fuimos al cine a ver "Marley yo", una peli de Owen Wilson y su perro. Justito lo que necesitaba after muerte de Sandy. Me lloré la vida y odié a Marianela por haber elegido esa película de mierda!!
Otro sábado, nos encontramos con Fede y su primo Joaquín. Mientras bailábamos y tomábamos con ellos, me mensajeaba con Mecha que estaba en la costa con Inés. Me contó que se encontraron con Yanina y arreglaron para salir juntas.
"Nos encontramos con este chico Enzo", me mandó en un mensaje. "Yani se lo está comiendo". Le pregunté por Santi, y me dijo que estaba tranqui con el resto de los amigos. Yo le conté lo de Fede y así nos manteníamos en contacto.
Terminó la noche y nos volvimos caminando.
- Ese auto tiene la puerta abierta! - observó Fede. Era un 206 estacionado en la entrada de una casa.
- Yo no quiero decir nada, pero nadie se había dado cuenta de eso salvo vos. ¿Sos chorro que andas mirando las puertas? - bromié.
- Igual, si no tiene la llave es lo mismo que nada - contestó triste.
Seguimos caminando y al pasar por el famoso Mac Donald's de la avenida, nos vimos tentados a parar a comprar. Pero claro, a la madrugada solo funciona con el auto Mac. Por no tener auto, hicimos la cola a pie. Yo estaba con tacos y una pollera, y el auto que estaba detrás nuestro, cada vez que aceleraba, provocaba un viento que la hacía volar.
- La puta madre, este flaco lo hace a propósito! - grité furiosa mientras me sostenía la pollera a lo Marilyn. Los chicos me cargaban y el tipo, divertido, aceleraba a propósito. Después de que me enojara en serio, Fede se puso detrás mio para protegerme.
Cuando nos volvíamos, me acompañó hasta mi casa, y beso de por medio, nos despedimos. Fede era un chico excelente, caballero y divertido. Pero ya saben, todo chico correcto, siempre tiene un defecto. Y yo le encontraba mil.
Pero llegando a fin de mes, Yani nos despertó con una noticia: se estaba volviendo de urgencia a la casa, porque los vecinos les avisaron que habían entrado a robarle. Se llevaron televisiones, computadoras, y demás electrodomésticos. Parece que tenían preparadas mas cosas, pero como los vecinos se avivaron, salieron rajando.
- Yani, que bajón! Perdiste muchas cosas importantes? - le dije al otro día cuando nos encontramosa la tarde.
- Maso, lo que mas me da bronca es la PC...mas que nada por todo lo tenía dentro, viste. Y tenía todos los cajones revueltos. Me sacaron la libreta universitaria! No sé para qué...
- Que bronca! Pero bueno, contame mejor de la costa, cómo la pasaste?
- Buenísimo. ¿Viste que me crucé con Enzo?. Me lo encontré una noche que fuimos a bailar con Mecha e Ine, y después otro día a la tarde.
- ¿Y? ¿Qué pasó? - pregunté entusiasmada, aunque la respuesta era mas que sabida.
- Estuvimos...o sea, cogimos. La tiene muy grande, Diosa!
- Jajaja! ¿En serio?
- Te lo juro. Pensé que no entraba!!
- ¿Y cómo te trató?
- Genial, es un amor. No me puedo quejar. Pero bueno, no creo que igual esto de para mucho mas.
- ¿Por? - dije sin entender.
- Porque si, es eso. No sé si quiero que pase algo mas con Enzo. O sea, si nos vemos todo bien, pero no me quiero casar, entendés?
- Lo que pasa Yani, es que él si quiere algo mas me parece...
- No creo, Diosa, los tipos solo te la quieren poner, y éste no es la excepción. Ya me la puso y ahora va a desaparecer, vas a ver. De todos modos, yo no quiero nada mas tampoco...
- Pensá bien lo que decís....mirá si después te arrepentís. - insistí. Enzo la quería de verdad y era lo que Yanina necesitaba. Sin embargo, era en vano. A veces lo que uno necesita, no es lo que uno quiere...
De todos modos, Enzo no se rindió. Buscando desmitificar las creencias de Yani con respecto a los hombres, los chicos redoblaron la apuesta y nos volvieron a invitar a salir. Asique para concretar una fecha en la que podíamos todos, quedamos que el 14 de Febrero, celebraríamos San Valentín los cuatro juntos en Crow's.
Llegamos temprano y nos sentamos a tomar algo. Si bien Santiago me gustaba, era automático cada vez que lo miraba, sentir que él no era para mi ni yo para él. Teníamos compatibilidad en muchas cosas, pero eramos muy distintos en otras. Y si bien nos morímos de risa y nos matamos a besos, ambos supimos desde el primer momento que muy lejos no llegaríamos.
Por otro lado, Yanina en vez de aclararse, cada vez tenía mas dudas con respecto a Enzo. Sabía que quería estar con él, pero sin embargo hacía todo lo posible por alejarse. Yo seguí intentando ayudarlos, pero magia no hago...
Al día siguiente el novio de Mecha organizó una reunión en la casa. Fui con Inés y Laura y el resto de los chicos del barrio. Habían comprado mucho alcohol, pero el fernet y la cerveza no van conmigo, asique le dí directamente al ron...y así quedé.
Ya tardecito fuimos a Crow's. Yo fui en el auto con Gonzalo, que me tuvo que bancar todo el camino cantando a los gritos. Ni bien llegamos, nos cruzamos con Flora y su "nuevo novio". Incómodos todos, fui la que rompió el hielo.
- Gonza, no te molesta si saludo a Flora, no? Hola Flora!! Mirá que vine con él porque estábamos en lo de uno de los chicos...no te pienses nada!
- Jaja! Estás re mal, Diosa. A mi ya no me interesa lo que haga Gonzalo igual, tengo mi vida. - mintió. Todos sabíamos que Flora nunca podría olvidarse de él, y que seguramente, lo iba a seguir buscando.
Risa va, risa viene, volvió a aparecer Facundo en el bar. El pedo que tenía se me fue al medio nanosegundo, y nos sentamos a conversar en la barra.
Y fue como siempre, fue como antes. Fue como cuando yo solo pensaba en él y el mundo al rededor podía detenerse que a mi no me importaba. Fue sentir su perfume una vez mas, fue sentir su boca suave sobre la mia. Fue enredarme en sus brazos y sentirme protegida. Fue marearme con el movimiento de sus pestañas. Facundo era todo. Y mas.
Quizás hice mal en volver a caer en su trampa. Quizás no debería haber vuelto a sentirlo de esa manera, porque sabía mejor que nadie que a la larga, iba a ser peor. Pero a esa altura, Facundo se había transformado en una necesidad para mi.
Por eso, decidí hacer algo.
El sábado siguiente, Marianela y Yanina tenían otros compromisos. Asique luego de dudarlo durante 3 horas aproximadamente, agarré el celular y escribí.
"Hola Facu, todo bien? Vas a salir hoy?". Tardó un siglo en responder, y yo mientras me moría lentamente. "Recién termino de lavar el auto, asique de seguro salgo, pero no tengo planes". Si había algo que caracterizaba a este hombre, era habilidad para no ser directo. "Yo tampoco, las chicas no salen. Asique si tenés ganas de salir...". A lo que para mi sorpresa me respondió "Dale, te paso a buscar y vamos a tomar algo".
Traté de arreglarme. Me puse un pantalón negro y una musculosa turquesa. Unos minutos mas tarde de la hora pactada, Facundo me estaba tocando bocina en la puerta. Fuimos a Crow's (para qué dudar el destino, no?) y nos sentamos en una mesita a la luz de las velas. Hablamos, hablamos y seguimos hablando.
- Voy al baño, si viene la moza, pedile un Pronto. - me dijo levantándose. Mientras lo esperaba, me puse a mirar por la ventana. Y ahí lo vi, en una mesita del patio, estaba sentado Santiago con alguno de sus amigos. Giré rápido para que no me viera, y por las dudas, el resto de la noche seguí dándole la espalda a la ventana. Hice lo posible para que no me viera ahí sentada con Facu, pero recién en el "después" iba a saber la verdad. Debía hablar con Enzo...
Nos quedamos charlando hasta que se hizo de día y los patovas nos echaron. Subimos al auto y me llevó a mi casa. Pero cuando paró para que me bajara, era como si simplemente no pudierámos despegarnos. No tenía ni un solo motivo para bajarme de ese auto, contra mil que me obligaban a quedarme.
Y fue entonces cuando lo dijo...

..."¿Querés venir a mi casa?".

sábado, 5 de junio de 2010

de Casamientos y Ladrones

- La tía se casa!
- ¿¿Qué?? - dije sin poder entender lo que oía.
Mi mamá, había terminado de hablar por teléfono hacía unos instantes y ahora nos contaba la buena nueva.
- Si, la semana que viene en el registro civil de la calle Uruguay, en el centro.
Mis tíos se conocieron cuando yo tenía aproximadamente 4 años. Ambos separados, ambos sin hijos.
Se encontraron de casualidad en el club dónde él jugaba al tenis, y ella al paddle con mi mamá y otras amigas. Yo a veces iba a verlas, pero no recuerdo mucho esas épocas.
Empezaron a salir, y carta de amor va, carta de amor viene, se pusieron "de novios". Él empezó a venir a mi casa para los cumpleaños, luego los findes, y poco a poco terminó viviendo con ella, en su departamento (que queda a la vueltita de mi casa, y hoy es mi centro de estudios y otras cosas que vendrán mas adelante).
Mi tía nunca pudo quedar embarazada (ese fue uno de los motivos de su separación anterior, y razón por la cual, hizo años de terapia). Y aunque siempre tuvieron la idea de la adopción como una posibilidad, los trabajos demandantes y la burocracia argentina los desalentaron.
Asique por eso, siempre me mimaron y malcriaron mucho mas que a una simple sobrina.
- Tu hija se casa, mamá! - le gritó mi vieja a mi abuela.
- Ayy, y por qué se decidieron ahora?
Después de 16 años juntos, y luego de no ponerse de acuerdo nunca (por épocas mi tío quería casarse y mi tía no, y viceversa), ahora ya tenían turno en el registro civil y no había vuelta atrás.
Hacía unos meses que mi tío andaba mal de salud. Mas allá de los miedos que nos generó a todos, ya que no podían descubrirle que era lo que tenía (luego descubrieron que era celíaco), fue cuando se dieron cuenta, que a las parejas que no están casadas, las obras sociales le dan mil vueltas. Qué si mi tía tenía que pedirse días en el trabajo para cuidarlo, no podía. Qué si algo le pasaba a alguno, los bienes y las herencias eran un total quilombo. Por muchísimos motivos (mas legales que otra cosa, a esta altura de la vida) se dieron cuenta que era necesario pasar por el registro civil a dejar la firma. Iba a ser mas un trámite que otra cosa.
- Tía!! Tenés que ir a comprarte ropa! - le dije por teléfono al otro día.
- Nah, ni loca. Voy con lo que tengo.
- Te mato! Uno no se casa todos los días...no tiene por que ser un día mas...
Asique con mi mamá, la llevamos de los pelos a comprarse un vestido (sobrio, bien de señora), zapatos, cartera y la obligamos a ir a la peluquería. Mi tío safó porque hacía poco se había comprado un traje para una fiesta.
Y llegó el día.
17 de diciembre.
40 grados a la sombra.
La ceremonia fue distendida y romántica. En el momento de dar el sí, todos nos emocionamos, y mi tío temblaba como una hoja.
Arroz.
Alegría.
Almuerzo, fotos, video. Panza llena, corazón contento.
Y yo no podía dejar de pensar, si algún día podría vivir un momento tan feliz en carne propia.



Por otra parte, terminó el ciclo lectivo 2008. Casi justito a la par en el que cortábamos el pan dulce y esperábamos a Papá Noel.
Como cada año, ritual del Bloque, salimos a cenar para festejar que pasamos otro año lleno de logros y éxitos.
Estábamos comiendo una grande de palmitos, cuando nos llega un mensaje de un chico de 5to, que hacía una super fiesta en la casa para festejar que se había recibido. Cómo estábamos cerca, decidimos ir.
- Vayamos a la remisería de enfrente y listo, porque como no sabemos dónde es, capaz con el colectivo nos pasamos - propuso Yanina.
- Adiós, hermosas!! - gritaron desde un auto cuando cruzamos la calle. Era Jorge, el abogado que se había comido Flora.
- Ah, qué hacés? - lo saludé.
- Todo bien. ¿A dónde van?
- A tomar un remis, tenemos una fiesta.
- Suban que las llevo!
A pesar de que Marianela no quería, aceptamos gustosas y nos subimos al auto. Nos dejó en la puerta de la casa del Ingeniero, y luego de pasarnos los celulares, nos hizo prometer que si salíamos le avisábamos que nos pase a buscar.
- ¡Que bueno que vinieron! Pasen. Allá están preparando tragos, pidan lo que quieran. - nos recibió el dueño de casa muy simpático.
De la facu solo había dos compañeros de él, pero para nuestra sorpresa, Joni, un compañero del colegio mio y de Yani, resultó ser parte del grupo.
Empezamos a tomar, y baile va, baile viene Marianela terminó a los besos de uno de los chicos de la facu. Mauro, otro futuro Ingeniero, se hacía el gato de acá para allá, pero no dudó en encerrarme en el baño, apagar las luces y dejarme sin aliento. Y yo me dejé, claro. Era un poco mas alto que yo, pelo oscuro, mirada que metía miedo y unos músculos dignos del personal de Ricardo Fort.
Yanina se sintió descolocada, y como la propuesta del abogado la tentó mucho, usó mi celular para llamarlo y que la rescatara. Obediente, el abogadito apareció en la puerta al medio segundo y ella se trepó al auto sin avisarnos nada. Después le mandamos un mensaje, y resultó que estaban en Crow's tomando algo.
- De acá no se va nadie! A mi me falta la billetera! - saltó a los gritos una de las invitadas.
Entre medio de las discusiones, nos revisaron las carteras y bolsillos a todos. Dieron vuelta la casa, pero las cosas de la muchacha no aparecían.
- Ya revisaste todo Vicky, pero no está! ¿Dónde la dejaste? - le preguntaba Joni.
- En mi cartera!! Y ahora no está. Lo peor de todo, es que acá somos casi todos conocidos, entonces que me hagan esto....no puede ser! - dijo acentuando la palabra "casi" para remarcar que nosotras eramos casi unas intrusas.
- Si lo decís por ellas, - saltó Joni en nuestra defensa. - pongo las manos el fuego. Hacé de cuenta que me acusas a mí!
- Si tenés alguna duda vení a revisarme otra vez, eh. - salté yo.
- No, de ustedes ya lo sé. Pero acá había una chica que se fue hace un rato...
Joni llamó a Yani al celu para preguntarse si sabía algo de la billetera, pero la tal Vicky le sacó el teléfono de la mano y la empezó a apurar. ¡Justo a Yani!. La otra se calentó tanto que se tomó un remis y apareció de nuevo en la fiesta.
- Acá tenés mi cartera, revisá. - le dijo furiosa cuando llegó.
- Igual ya está, no sé para que viniste. Si pudiste haberla dejado por ahí...
Los chicos ya no sabían como calmar los ánimos. El recién recibido nos pedía perdón y nos recontra aseguraba de que él confiaba en nosotras y jamás dudó de nuestra honestidad. Pero antes de que se vayan a las manos, decidimos irnos. Y Joni, como vivía cerca de casa, se ofreció a llevarnos.
- Chicas, no se preocupen. Esa piba yo la conozco y es una trastornada. - nos tranquilizaba cuando volvíamos.
- Si, todo lo que quieras, a mi no me importa! Pero no quiero quedar mal con los chicos, nos invitaron a pasarla bien y al final...
- No se preocupen, de verdad. Ya todos sabemos como son las cosas.
Y aunque el trago amargo aún estaba, pronto iba a desaparecer.
Estábamos a mitad de camino cuando me llegó un mensaje. Decía: "Ya terminaron de festejar? Si andan por la zona avisame que yo me estoy volviendo y no tengo nada de sueño"...


...Si, era otra vez, Facundo.

martes, 1 de junio de 2010

Para no olvidar

- Diosa!! No sabés! Enzo me hizo una presentación en Power Point llena de gatitos!! Es un amor!! - gritaba Yanina por el teléfono.
- ¿En serio?
- Siii! Me la mandó por mail...es muy tierno! Encima, sabés qué? Me contó que en el cole, ellos se hacían llamar "El bloque"...como nosotras!
- ¡¡No te puedo creer!!
- Posta. Me asusta.
- ¿Qué te asusta, tonta? - pregunté ya conociendo la respuesta.
- Todo. Qué sea tan bueno, tan romántico...sabés que a mi no me gustan estas cosas...
- Bueno, pero tenés que darle una oportunidad.
- Si, voy a esperar vernos, a ver que me pasa cuando estamos juntos. Pero no se, es demasiado perfecto para que sea bueno...vos me entendés.
La entendía, mejor que nadie. Pero sin embargo, Enzo no me preocupaba. No era de ese tipo de personas que te aburren fácil (como Marcos). Él siempre tenía algo nuevo con qué salir. Por ese motivo, traté de calmar los miedos de Yanina e interferí para que le diera una oportunidad.
Salvo que a veces se me complicaba hacer quedar bien a ambos. Sobre todo cuando un día Yani se confundió de ventana del chat y le dijo a Enzo algo que iba dirigido a su ex. Enzo estuvo a punto de no querer saber mas nada de ella, pero después gracias a mi aflojó.
Por otro lado, Santiago me había agregado al msn y habíamos empezado a chatear asiduamente. No tanto como con Enzo, claro. "Al final hablamos mas nosotros dos, que vos con Santi y yo con Yani", me decía siempre.
Con Santi en seguida pegamos onda, y cada vez era mas inevitable que nos encontremos los cuatro. Por una cosa o por otra, llegó diciembre, y decidimos que antes de empezar con los finales, teníamos que vernos.

Enzo dice:
¿a dónde vamos el sábado? no puedo creer que esté diciendo esto al fin!
LaDiosa dice:
podemos ir a Crow's, es el aniversario y hay super fiesta...
Enzo dice:
genia! estaba pensando exactamente lo mismo!
LaDiosa dice:
te quiero ♥
Enzo dice:
¿no se supone que esto me debería pasar con Yani?

Hacíamos conversaciónes entre los 4 noche por medio y nos moríamos de risa. Mientras hablábamos en esas conferencias, por otro lado chusmeaba en una ventana aparte con Yani, Santi en otra me tiraba los perros, y con Enzo nos poníamos de acuerdo en una cuarta.
Hasta que por fín llegó el día de la verdad. Ya no había mas máquinas en el medio, íbamos a poder mirarnos a los ojos y sentir lo que pasaba.
- Estoy super nerviosa - me decía Yanina en el remis.
- ¿Vos? ¿De qué? Peor yo que me voy a encontrar con alquien que no conozco! ¿Y si es un pesado?
- Si es como las fotos que vimos, es un pesado super partible, asique no te quejes!!
Llegamos a Crow's y había mas gente de lo habitual. Habían puesto una pantalla gigante que proyectaba el nombre de lugar con luces de colores y una lata de cerveza inflable en un costado. Esa noche se revoleaba el pub por la ventana!
- Allá estan. - dije señalandolos, mientras esperábamos en la cola que nos revisaran las carteras. - Sentados en esa mesita del patio!
- Ay, me hago pis!
Me temblaba todo y no exagero. Caminamos en dirección a ellos y los saludamos. Estaban tomando algo y nos invitaron a sentarnos. Con Yani no dejábamos de hacernos miradas cómplices.
- Diosa, me acompañás al baño? - me dijo y entendí todo. No hicimos mas que atravesar la puerta que nuestros gritos coparon el aire.
- ¡¡Qué bueno que está Santi!! - gritó Yanina.
- ¡¡Qué copado que es Enzo!! - grité yo.
- ¿Y si cambiamos? - me preguntó con miedo.
- Jajaja! ¿Estás loca? - reaccioné. Aunque la idea me tentaba.
- Es verdad, no podemos. Pero te juro que re daría jaja! Dejate de joder Diosa, Santiago esta muuuy bueno, asique mejor que aproveches!
- Pero mucho no habla...no sé.
- Es que es mas tímido, mucha confianza no nos tiene como el otro. Haceme caso!!
- Bueno, y vos no seas boluda y dale a Enzo...tiene toda la onda! Y no es para nada feo...esa melena! Jajaja - reímos al unísono. Estabamos entusiasmadas, la noche prometía de verdad.
Volvimos a la mesita y nos sentamos. Al principio los únicos que hablábamos eramos Enzo y yo. Yami y Santi miraban tímidos. Hasta que se me ocurrió levantarnos de esa mesita e ir a bailar para distendernos un poco...y no fue mala idea.
Enzo se llevó a Yani a un costadito, y quedé hablando con Santi y su altura.
- ¿No te molesta para comer el piercing?
- Para nada! Mirá.. - me decía mientras se agachaba y me mostraba como hacía girar el arito.
- Ay! Me impresiono fácil! No lo gires así! Jaja!
- No pasa nada! - pero por mas que le siguiera sacando el tema del arito, por mas que para hablar nos acercáramos mucho, Santiago no avanzaba. Por el costado del ojo veía como Enzo tenía arrinconada a mi amiga y me moría porque Santi haga lo mismo.
De todos modos, estaba acostumbrada a remarla con Facundo, asique medios no me faltaban. Los usé todos. Incluso las cosquillas o tocarle la panza. Pero al fin y al cabo dieron resultado. Santiago me dió uno de los besos mas dulces que me dieron en mi vida.
- Te juro que pensé que íbamos a volver e iban a estar hablando todavía - me dijo Enzo cuando aparecieron.
- ¿Por?
- No se, conozco a mi amigo. ¿Lo apuraste vos?
- Ehm...no! - mentí quedándome tranquila de que en realidad, no era culpa mia que haya tardado en reaccionar.
Santiago me gustaba. Era lindo y simpático. Medio flaco, pero si le daba de comer capaz engordaba.
Y allí nos quedamos los 4, riéndonos y haciéndonos mimos como si fueramos 2 parejas amigas desde hace años que salen a bailar. La pasamos genial.
- Es hora de irnos, no?
- Si, nosotros tenemos que ir a tomar el tren encima...
Asique salimos de Crow's a esperar en la esquina que venga el remis que llamamos.
- Hace frío! - dije mientras caminábamos.
- Tomá mi campera - ofreció Enzo. Me la puse y Santi automáticamente me agarró de la mano.
Pero la estantería se me vino abajó cuando en la esquina, estaba parada la última persona que me esperaba encontrar.
Facundo.
- Hola! - me dijo acercándose a saludarme. Me solté de la mano de Santi y lo saludé.
- ¿Cómo estás?
- Todo bien! Vos?
- Bien, no podíamos faltar en el aniversario de Crow's, no?
- Obviamente, si veníamos cuando medía 2x2, cómo no vamos a venir ahora que tiene pantalla gigante!!
- Jaja! Tenés razón. - contesté mientras veía que Yani y los chicos se habían sentado en una parecita de la vereda de enfrente. Facundo estaba con Lautaro, Carlos, Claudio y algunas chicas, pero solo Claudio me había venido a saludar.
- ¿Qué hacés con campera? Estás loca!
- Jajaja! Es que me dió frío cuando salí, no sé...
- Pfff, es verano!
- Todavía no..
Me hubiera quedado hablando hasta que se hiciera de día, en esa misma esquina que tantas veces morí y volví a vivir en sus brazos. Pero no, esta vez me tenía que ir. No era justo para nadie.
- Bueno, me voy a esperar el remis con los chicos. - le dije. - Nos vemos!! - le dí un beso y me fui.
Me senté al lado de Santi y nos abrazamos. No sé si él entendió mis motivos, pero me dejé hacer todos los mimos que él tuvo ganas de hacerme. Tampoco sé si Facundo nos vió, pero ya no había vuelta atrás. Si me vió, esa fue la primera y única vez que pasó algo así.


Enzo dice:
se te notaba la cara de boluda que ponías cuando hablabas con ese flaco
LaDiosa dice:
no lo hago a propósito, me sale!
Enzo dice:
decí que Santi es Santi. Pero si Yani me hace una cosa así, que se olvide de mi!
LaDiosa dice:
¿no será mucho? Lo saludé y le dije 3 palabras! No hice nada!
Enzo dice:
Diosa, la cara te vendió mal. Es obvio que seguís sientiendo cosas por él, por mas que intentes sacarlo de tu vida y quieras algo con Santi o con cualquier otro...


Era verdad. Lo que Facundo me hacía sentir, nunca nadie lo logró. Esa vez, como tantas otras...

...Enzo tenía razón.