viernes, 3 de septiembre de 2010

Honestidad brutal

Por primera vez en mucho tiempo, tenía varias razones para dejar de pensar un poco en Facundo. Y esas razones tenían nombre, apellido y perfume.
Una de ellas, era Enzo. Hacía días que había dejado de ser ese amigo consejero y confiable. Ultimamente cada cosa que le contaba le producía celos. Para él todos los "bananas" que me gustaban eran unos lentos que dormían. "El día que yo te agarre no te olvidás nunca mas en tu vida", me decía. Aseguraba que no me iba a perdonar, asique que me preparara. Eso me producía nervios, ganas, curiosidad y hasta adrenalina. Sobre todo, porque teniendo en cuenta que Enzo sabía muchas cosas de mi, el hecho de que quisiera algo conmigo me daba confianza.
Por otro lado, Orlando me había tomado por sorpresa. Después de la escena en mi casa, no volvió a insinuarse y la relación en la facultad era mas que cordial. No había chance de que nadie (excepto las chicas) se dieran cuenta algo de lo que había sucedido. Sabía que eso iba a pasar, como también sabía que no iba a pelearse con la novia. Ese momento quedó en el pasado y si bien lo inesperado podía volver a suceder, prefería tomarlo como algo improbable.
La novedad era Gabriel. Después de ése sábado que tuve que rechazarlo volví a cruzarlo una vez más. Parecía que las cosas se daban naturalmente, y si bien era extraño después de tantos años de conocernos, era como si por fin podíamos dejar llevar lo que antes estaba cautivo. Me daban ganas de apostar a él en cierto modo.
Pero el único que parecía no querer perder el tiempo era Martín. Cada vez que se me acercaba, cada vez que me miraba a los ojos, cada vez que me saludaba, a mi me temblaba el cuerpo, la voz, los pensamientos. Él me ponía nerviosa como nadie. Me bloqueaba, me hacía sentir chiquita. A pesar de eso, no tuve tiempo de acobardarme. Martín me hizo reaccionar a la fuerza...
- Che, vos no creés que a Mati le gusta Yanina? - me dijo un día mientras programábamos un ejercicio en clase. Él, sentado entre medio mio y de Marcelo, mirando un poco cada computadora.
- ¿Si? Ni idea, ¿por qué lo decís?
- No sé, por como la mira. Para mi que le re da.
- Puede ser...voy a prestar mas atención a ver si noto algo.
- ¿Ella tiene onda con él?
- Creo que no. A ella le gusta otro...
- Si, ya sé, no me digas nada. ¿Tomás, no? - me preguntó en voz baja, cosa casi imposible en él.
- Si! ¿Tanto se nota?
- Un poco. ¿Y a Mari quién le gusta?
- No te voy a decir!
- Dale, Diosa! ¿A quién le voy a contar? Además viste que no me llevo tanto con los chicos del otro grupo. Si vos me lo decís, te juro que de mi boca no sale...
- Te mato eh!! - hice una pausa y miré hacia ambos lados. Marcelo, lejos de programar, estaba entretenido buscando videos en You Tube. Martín se acercó para escuchar mejor y yo temblaba cada vez más. - Le gusta Emiliano.
- ¿Emi? Ay, si, me gusta para ella. Los dos medios calladitos, hacen linda pareja. ¿Y él que onda?
- Nada, por ahora nada. Pasa que tampoco lo sabe, asique...
- Ah está bien. Y no te preocupes Diosi, yo no digo nada!
- Mas te vale!!
- Che...y a vos? ¿Quién te gusta? - me preguntó queriendo sonar desinteresado. Era más que obvio que todo lo anterior era pura y exclusivamente para llegar a éste punto.
- Jajajaja! - reí nerviosa. - capaaaz que te digo!!
- No seas guacha!! Dale, decime! No le digo a nadie!
- No es cuestión de que lo digas o no! Es porque no quiero decirlo...
- Dale!! No tiene nada de malo que te guste un compañero.
Lo miré fijo y retruqué la apuesta. - ¿Quién te dijo que me gusta un compañero?
- Ah! Bueno, los que sean. Porque no me vas a decir que no te gusta ninguno.
- No, obvio que siempre hay.
- Y bueno, dale!! ¿Cuántos?
- Dos.
- Ah, está bien. ¿Y qué onda?
- Son dos cosas diferentes. ¿Cómo te explico?. Uno es algo muy platónico, nada concreto. Con el otro algo pasó, pero de todas maneras es también imposible.
- Eso es relativo, Diosa. Mas si ya pasó algo. Si los dos tienen ganas está perfecto.
- No todo es sencillo. Hay otras cosas en el medio a veces.
- ¿Qué cosas?. - se quedó pensando y le hice un gesto. - Ahh!! ¿Tiene novia?
- Claro.
- Bueno, igual nunca sabés Diosa. Ya hablamos de eso, es difícil. - hizo una pausa y en seguida agregó. - ¿Pero quién es?
- No puedo decirte.
- ¿Otra vez lo mismo? Bueno, de todas maneras no son muchos los que tienen novia. Matías, que queda totalmente descartado; Cristian, que si la novia se entera te espera a la salida con un cuchillo; Ariel y Orlando. ¿Está entre ellos dos, no? - Sorprendida por su capacidad de deducción, asentí. - Me la juego que es Orlando!
- Jajaja! - solté una carcajada. - ¡Te odio!
- Es fachero... - se dio vuelta a mirarlo y le pegué en el hombro para que se volviera.
- ¡Disimulá nene!
- Perdón! Tampoco seas así de perseguida, no pasa nada...
En ese momento el profesor nos ofreció hacer el recreo y vover a la media hora. Agarramos los abrigos y salimos. Martín no se me despegó en todo momento tratando de sacarme quién era la otra persona. Intentó todas las maneras: de mentira a verdad, multiple choice, descartando los improbables, etc. Pero no pudo sacarme siquiera un gesto de aprobación.
Volvimos al aula y se instaló en mi máquina. Mientras simulaba ayudarme, seguía con la inquisición.
- Dale, decime por favor!
- ¿Tanto te interesa saber?
- Si, me dejáste la intriga ahora...
- No vale! Al final yo me la paso hablando y contándote cosas y vos nada!
- Bueno, pero preguntame lo que quieras! Yo te contesto.
- Es que no tenés alguien que te guste...o si?
- No sé porque no debería tener a alguien.
- ¿Te gusta alguien de acá?
- Si.
- ¿Quién?
- Decime vos y yo te digo.
- No me vas a decir.
- Diosa, encima que estoy en inferioridad de condiciones, porque en toda la carrera, en los 5 años, en los dos turnos, como máximo debe de haber 5 mujeres. Y yo tengo que adivinar entre 300 tipos. Aparte de eso, no tengo problema en decírtelo. La que no lo va a decir sos vos.
- Ahora me diste intriga vos a mi, quiero saber!
- Vos me decís y yo te digo.

- ¡No! ¿Por qué primero yo?
- Bueno, hagamos una cosa. Vamos descartando, preguntamos una vez cada uno, hasta llegar al que tiene que ser. ¿Te parece?
- A ver, ¿cómo sería?
- Por ejemplo, yo te pregunto: ¿está en esta clase?. Respondeme.
- Si, está acá.
- Bueno, ahora me preguntas vos a mi. Algo que te ayude a darte cuenta.
Pensé en hacerle la misma pregunta, pero miré a mi al rededor y era la única mujer. Era una pregunta demasiado riesgosa, asique la cambié. Este juego me empezaba a gustar...
- ¿Cursa alguna materia con nosotros?
- Si.
- Igual no me aclaró demasiado. Seríamos: nosotras tres, la chica que viene los jueves, y la que viene a Campo, no?
- Si, y una que viene los lunes que vos no venís.
- Ok, tengo 5 personas...y vos 40! - me reí.
- No vale! A ver...está sentado en esta fila de computadoras?
Miré y sumaban 10 personas. Está bien, era un número aceptable.
- Si.
- Opa! Creo que ya sé. Tengo dos opciones posibles. ¿Arriesgamos?
- ¡No!
- ¡Qué cagona que sos!
Pero casi cortándonos la inspiración, el profesor dió por terminada la clase, y todos empezaron a guardar sus cosas y a dejar el aula. Debíamos darle un remate a la conversación.
- Bueno, dale, ahora o nunca. Vos me decís y yo te digo. - me apuró.
- Olvidate! - sentencié agarrando mi bolso y colgándolo de mi hombro dispuesta a huir.
- Hagamos una cosa. Pensalo hasta mañana, y terminamos la advinanza, dale?
- Mañana tenemos el parcial!
- No importa, a la salida. De mañana no pasas, me escuchaste? Me lo vas a decir...
- Jaja, como digas Martín! Me voy que me lleva Orlando en el auto.
- Ahhh, claro. ¡Ojito eh! - y agarrándome de los hombros me dió un beso casi en la comisura que me hizo derretir en muchas partecitas. - Chau nena.
- Chau. - me sonreí y desaparecí detrás de la puerta. No podía desdibujarme la sonrisa nerviosa...

...en menos de 24hs. debía enfrentarme a la verdad sin titubeos.

10 comentarios:

  1. Diosa:
    Facundo, Enzo, Gabriel, Martín, Orlando, Tomás... ¡¡¡ ME PERDÍ !!!! :(

    El Profesor

    ResponderBorrar
  2. Voy a leerlo con atención, y empezar a pasar seguido por acá :) Besoss

    ResponderBorrar
  3. Empezá a ponerles números a tus muchachos... es mas fácil seguirte el hilo así...
    Ese Martín me cae simpático... Lo prefiero antes que a Orlando...


    Besos y Éxitos Diosa!

    ResponderBorrar
  4. Cuántos candidatos a tu disposición! :)

    Besos

    Lady Baires

    ResponderBorrar
  5. Los invito a mi blog"El blog de Megavanesita"

    ResponderBorrar
  6. Paraaaaaa nena son muchos chicos, tirá alguno para aca jajajajaja
    Me cae muy bien Martin ;)

    ResponderBorrar
  7. Te debo la lectura, como siempre, aunque sabés que lo voy a leer <3

    pero acá va: http://www.esteifri.com/2010/09/hedwig-and-angry-inch-ost.html

    Para vos diosi!

    ResponderBorrar
  8. Diosa..It´s raining men!!!
    Estoy de acuerdo con janusM, hay que ponerles numero a los muchachos. Esto me hace acordar mucho a las novelas de Agatha Christie, en las que tenia que anotar al margen de as paginas quien era quien..jaja.
    Igual cada dia me gusta mas esta novela!
    hay que buscar un productor que la lleve a la pantalla grande!! jaja

    Besooo

    ResponderBorrar
  9. Jajajajaaa, todo un harén para vos solita!!!

    A ver, de todos, Orlando me cae bien por la edad pero no va a dejar a la novia, aparentemente...

    Coincido con los demás: Martín me cierra!!! Además es simpático y te pone nerviosa!!!

    A ver cómo zafaste!!!

    Besotes Diosita!!!

    ResponderBorrar
  10. Martín era el tipo grande verdad? o me confundí? jajaj hay TANTOS HOMBRES diosi.
    Estoy contenta porque sólo estaba atrasada esta entrada y la anterior :3
    Como siempre, continuá, dale.
    Orlando igual me cae mal.

    ResponderBorrar